martes, 24 de junio de 2014

Puerto Varas 1855



Recuerdo de una visita a la colonia de 
Llanquihue en Diciembre de 1855
De lo que eran los caminos y vías de comunicación en la colonia recién fundada de Llanquihue, y de otros padecimientos más a que se veían expuestos aquellos pri­meros inmigrantes, nos da alguna idea un señor A. Barth, residente, parece, de Valparaíso, en la relación de su viaje hecho a Llanquihue a fines de 1855.
Copiaremos aquí parte de su artículo insertado en El Mercurio,  del 6 de Febrero de  1856,  que dice así: «Los caminos desde la provincia de Valdivia para lle­gar al norte de la laguna de Llanquihue y al otro lado para pasar al de Puerto Montt, son los que el Gobierno mandó abrir y componer hace un par de años. Casi inútil sería intentar describir su estado, porque el pú­blico, sin verlos, no podría imaginarse el mal estado en que se encuentran. La mitad de los puentes que hay desde Osorno hasta la Laguna, están caídos o destrui­dos, y el viajero tiene que buscarse camino por el barro y el agua de los zanjones y esteros. Los demás que se conservan en pie, están para caerse; sus postes están inclinados y las planchas separadas y pendientes sólo de cuerdas de boqui con que están amarradas. En las partes del camino, al norte de la Laguna, donde hay planchado de madera, se ha empeorado el camino por­que las angostas y mal labradas tablas se han podrido o quebrado, o han sido arrastradas por el agua, etc. En el peor pedazo de camino, que llaman el ñadi, y donde no hay planchado, 110 puede componerse, porque los peones no quieren trabajar allí, ni el en verano más seco, por lo fangoso del terreno; se podría nadar a ca­ballo en el fango si no lo impidieran las raíces y troncos de quila que allí abundan; pero así, el que no quiere quedarse en este lado tiene que buscar medios de llegar al otro, inventándolos cada uno a su fantasía; algunos tienen que hacerlo a gatas, porque las piernas desapa­recen y las manos sirven para arrastrar el cuerpo hun­dido, como me sucedió a mí mismo.
El camino al sur de la Laguna hasta Puerto Montt es la mitad de planchado, y las planchas se hallan en el mismo estado ya arriba mencionado. En la otra mi­tad, si uno no se queda hundido con su caballo, puede felicitarse mucho. Los colonos del sur de la Laguna compraban en Diciembre pasado cuando estuve en la Colonia, el trigo en Puerto Montt; pero por el mal estado del camino no podían cargar en un caballo sino media fanega, con peligro de la bestia, y yo encontré en el mismo camino una yegua hundida y muerta de la que el peón acababa de quitar la media fanega de trigo que traía de Puerto Montt.
Peor es el camino cerca de la ciudad del mismo Puer­to Montt. En la cuesta, donde hay una especie de ca­mino trazado poco más o menos en forma de serpiente, se han caído los puentes y el viajero tiene que estudiar el modo de poder bajar con su vida.
El madero carril que se ha construido en Puerto Montt, y que sólo tiene tres a cuatro cuadras de exten­sión, sirve de camino de recuas, porque como madero carril resultó inútil para su objeto, e impracticable su construcción; pero habiéndose caído hace poco tiempo un puente grande que lo atraviesa, el viajero tiene que dar una gran vuelta para no ser sepultado en vida. Un cuarto de cuadra antes de la primera casa de la ciudad, se hundió mi compañero hasta el punto que de su ca­ballo no quedó fuera más que la cabeza, y del caballero medio cuerpo. Desde la parte norte hasta el 'sur de la Laguna no hay camino por tierra y se tiene que atra­vesar en una embarcación. Ahora sirve para este des­tino una chalupa. La balandra que hubo antes, está hace ocho meses, en la playa para componerla, reci­biendo el carpintero una onza de oro mensual hasta que sea concluida la compostura, lo que se concibe no le hará apurarse mucho. Con la chalupa y viento favo­rable se atraviesa la Laguna en cinco horas, poco más o menos, y con calma y a remos estuve yo sentado y empaquetado con 20 personas más, diecisiete horas mortales hasta llegar. Con viento contrario se necesitan días, y antes con la balandra, había casos en que los pa­sajeros empleaban para cruzar cuatro y cinco días.
La ciudad de Puerto Montt, es toda nueva, y tiene un buen aspecto cuando no llueve. Después del incendio de Calbuco se fueron muchos hijos del país a edificar en Puerto Montt, y así se ha aumentado el número de casas.
Al sur de la Laguna (Hoy Puerto Varas) hasta Puerto Montt viven 38 fa­milias de colonos y al norte vivirán, según mi cálculo, cerca de 30 familias. Ellas tienen ocupadas las hijuelas que les ha dado el Supremo Gobierno, que contienen un número de cuadras, según el número de personas de cada familia; pero hasta ahora no se les han señalado los linderos o límites de sus pertenencias, y de vez en cuando se encuentran trabajando en terreno ajeno. Una vez sucedió que un colono edificó su casa, sin saberlo, en el terreno del vecino, resultando a éste una pérdida de terreno que casi le cortó la comunicación con el ca­mino. Dicen los colonos que en varias ocasiones Jhan ele­vado quejas y peticiones para que se digne la autori­dad remediar éste y otros inconvenientes; pero sin fruto.
El distrito de la colonización tiene un terreno hú­medo y lluvioso. Todo aquel terreno está cubierto de monte; los colonos que están allí dos y tres años han lim­piado cada uno un pedazo de 3/4, 1, 2, y unos pocos hasta de 3 cuadras. Cultivan legumbres, papas, trigo, centeno, y se dedican un poco a la cría de animales. Las legumbres logran muy bien; he visto coliflores tan gran­des como en ninguna parte. Según las observaciones de los colonos, las que he recogido con cuidado, pro­ducen las papas, por término medio, 7 por una; el trigo 8 granos por uno, si no se lo comen los pájaros como sucedió el año pasado, o si no salen vacías las espigas o si no entran las lluvias muy temprano. Dicen los co­lonos que las siembras allí maduran quince días más tarde que en Osorno y Valdivia. El centeno se produce muy bien, madura quince días más temprano que el trigo, y produce por término medio trece granos por uno. Hasta ahora no han podido producir bastantes granos para su consumo y se han visto obligados a comprar el trigo afuera y a traerlo con grandes gastos por sus ho­rribles caminos. Cuando yo estuve allí, en Diciembre último, había escasez de víveres y felizmente llegó el trigo que el Gobierno les había prometido a préstamo por habérseles perdido la cosecha el año anterior, a cau­sa de los pájaros. Una familia sajona que carecía abso­lutamente de víveres el año pasado, no había comido
en seis semanas seguidas sino coles, absolutamente nada más que coles; al fin, viendo los demás la extrema mi­seria en que estaba, la socorrieron unos vecinos que po­dían, prestándole unos pocos víveres para sostenerla basta la cosecha de papas y de trigo.
La cría de ganado es lo único de que los colonos se imaginan que pueden sacar buen provecho; pero cada uno quiere hacer lo mismo y como están limitados a su pequeña hijuela no pueden, por consiguiente, aumen­tar los animales por falta de pastos para alimentarlos.
El vicio del robo de animales, tan funesto en la pro­vincia de Valdivia, es felizmente desconocido entre los colonos; allí los ladrones no pueden hacer fortuna por motivo de los malos caminos en que se hundirían con el fruto  de su delito».



LA PROVINCIA Y COLONIA DE LLANQUIHUE

 ALGO DE SUS ANTECEDENTES   HISTÓRICOS

El turista de buen sentido, al pasar por las diferentes localidades a que lo lleva su viajo,  sólo se deleitará en ver los encantos de la  naturaleza y las obras del arte y progreso humano, sino al mismo tiempo se interesará por lo que pueda referir la historia de tiempos pasados acerca de esos mismos paisajes  y lugares. Por tanto, en esta Guía, tratándose de La topografía de la provincia de Llanquihue y de dar una idea detallada y exacta de su estado actual, muy propio será comenzar con una corta reseña histórica:
 Lo que es hoy día Provincia de Llanquihue, fueron hasta 1853 no más que territorios en parte aún inexplorados e inhabitados, de las provincias de Valdivia y Chiloé. Solamente con la fundación de Puerto Montt, el 12 de Febrero de 1853, y con la llegada previa de más de 60 familias alemanas, fué instalada la  Colonia de Llanquihue y por decreto-ley del Supremo Gobierno, de Junio de 1853, se fijaron los límites del nuevo, territorio de colonización, los que, en lo principal, eran idénticos  con los fijados diez años más tarde para el departamento de Llanquihue. Pero la formación de Llanquihue como provincia no se realizó hasta con ley del 12 de Octubre de 1861, y la demarcación definitiva de los límites de sus tres departamentos (Llanquihue, Osorno y Carelmapu  se hizo posteriormente por de­creto-ley del  3  de  Octubre de  1863.
   El tenor de la ley del 22 de Octubre de 1861 es, en sus tres primeros artículos, el siguiente:
Artículo1 Créase una nueva provincia con el nom­bro de Llanquihue, la cual comprenderá en su demarca­ción el territorio de colonización del mismo nombre, el departamento de Osorno de la provincia de Valdivia y el de Carelmapu , de la provincia de Chiloé.

Art. 2 Sus límites serán: al norte el Río Bueno, desde su desembocadura en el. mar hasta el punto en que se reúne con el río Pilmaiquén, y desde este punto el curso de este río y la laguna de Dollegue; al oriente la cordillera de los Andes; al poniente el mar, y al sur o  territorio   de   Magallanes.
Art. 3 Esta provincia se dividirá en tres departa­mentos: Osorno, Carelmapu y Llanquihue. La cabecera dé os te último, que lo es al presente del territorio de co­lonización,  será la  capital de la provincia.
El decreto-ley del 3 de Octubre de 1863 da al departamento de  Llanquihue la  demarcación  siguiente: 
   El departamento de Llanquihue limitará: al norte, por la laguna  y Río de Rahue; al este, por la cordillera de  los Andes; al sur por el Río Puelo y el seno de Reloncavi y al oeste, por el Río Maípué desde su confluencia con el rahue hasta su confluencia con el Rahue, y por muí llnpfl desde las confluencias de los ríos Negro y Mitlpui     luiHÍa   la punta de Huatral,  pasando el salto
 Llanquihue y sus contornos eran conocidos los, cierto es, ya desde los tiempos de Garcia Hurtado de Mendoza y de Ercilla, los que en 1558, •  Febrero, hicieron su famosa expedición cantada en La Araucana, penetrando desde la comarca de Osorno hasta las orillas del seno de Relon-caví y de la isla grande de Chiloé. Asimismo, el P. Diego Rosales, de la Compañía de Jesús, en su interesante Historia del Reino de Chile, escrita en 1670, men­ciona el lago de Llanquihue, llamado entonces «lago de Güeñauca» o «de Valdivia», atribuyendo su descu­brimiento al mismo don Pedro de Valdivia, en Marzo de 1552, como parece, este mismo insinúa tal hecho en una carta del mismo año al rey de España.
Tarea de creación de pampas para cultivo y crianza de animales
  Por lo que toca a la antigua población indígena que vivía en estos territorios de LLanquihue ya antes de la venida de los españoles, consta que fué bien numerosa, los restos y vestigios frecuentísimos que en todas partes y especialmente en los alrededores se 'hallan, como son piedra de moler (harina) a mano; jarras, ollas y otras clases de vasijas hechas de barro; hachas, cuchi­llos y saetas de piedra; restos de antiguos caminos y puentes, labrados con piedra o madera, etc.
 Pero, según las indicaciones de Ercilla en su Araucana, parece que los naturales entre Osorno y el seno de Reloncaví, ya eran entonces pocos, y siguiendo siempre en disminución, resultó que ya muchos años antes de formarse la colonia de Llanquihue, todos esos terrenos se habían convertido en bosques completamente aban­donados y casi desconocidos, Por esto, no es de extrañar que se hicieran nuevas exploraciones, como las efec­tuadas desde   1835-183

Antiguo Camino A Puerto Montt  Pasando por Puerto Chico
 Así, en Febrero de 1835, el sabio francés Claudio Gay, emprendió desde Valdivia y Osorno una excursión científica a los distritos situados al norte del lago de Llan­quihue, mas sin alcanzar datos exactos. Otra expedi­ción a la misma laguna, llamada también «Quetrupe» o «de Pata», fué hecha desde el 27 de Enero hasta el 6 de Febrero de 1842 por el ingeniero alemán Bernardo Philippi, con ocho compañeros, desde el astillero de Melipulli (hoy Puerto Montt), atravesando los bosques en dirección a donde hoy está Puerto Varas, y de allí, orillando con grandes penalidades la laguna hasta la región del Totoral, de donde tuvo que regresar, enfer­mándose algunos compañeros, y también sin mayores resultados. Mejor suerte ya tuvo el profesor alemán Guillermo Dóll en su viaje de estudio, realizado a fines de Noviem­bre de 1848 desde Valdivia, en que no sólo atravesó y reconoció el lago de Llanquihue, sino que alcanzó tam­bién al de Todos Santos. Y otra vez visitó el primer lago,en Febrero de 1852, en compañía de los profesores Rodulfo A. Philippi y Dr. Oxenius,. y del famoso tala­dor Pichi Juan, ascendiendo entonces al volcán Osorno, aunque no pudieron llegar hasta la cumbre.
Muelle Río Pescado
 También don Vicente Pérez Rosales, agente de. colo­nización entonces en Valdivia, nos cuenta en sus Re­cuerdos del Pasado, sus exploraciones hechas, junto con el ingeniero Guillermo Frick y algunos otros caballeros alemanes, en el verano de 1850-51, a las orillas norte y noroeste del lago de Llanquihue; su ascensión parcial al volcán Osorno y como hizo incendiar por Pichi Juan, el gran bosque entre Chanchán y el río Coihueco.
 Con todo, el reconocimiento en la forma más seria y con la mayor prolijidad, así del lago de Llanquihue y de sus contornos, como también del lago de Todos los Santos, lo practicó, por encargo del Gobierno, en el verano de 1849-50, el comandante Benjamín Muñoz Gamero,  de la Marina Chilena.
Muelle Río Pescado
 Emprendió el señor Muñoz su viaje, después de cui­dadosos preparativos, y acompañado de un destacamen­to de marinos con otros trabajadores, desde el astillero Melipulli el 28 de Noviembre de 1849, y solamente hasta el 13 de Diciembre acabó de trasladarse con gente y bagaje a la orilla de la Laguna cerca del lugar denomi­nado hoy «La Fábrica»; tan difícil era pasar por aque­llos bosques. Siguió después a la Ensenada, al lago Todos los Santos y al río Peulla hasta el punto llamado hoy «Casa Pangue», donde estaban el 5 de Febrero de 1850. Desde allí volvió, renunciando a la exploración del Nahuelhuapi por escasear ya sus provisiones, pero siempre dando todavía una vuelta por toda la orilla del lago de Llanquihue, y averiguando en definitiva que dicho lago no tiene dos desaguaderos, como opinaba Gay, sino uno sólo, que es el río Maullín. El 23 de Fe­brero estuvo de regreso en Melipulli. Los interesantes datos de su diario de viaje fueron publicados solamente en 1893 por don Nicolás Anrique.
 Los trabajos de exploración del lago Llanquihue, iniciados así por el benemérito, pero malogrado capitán Muñoz, los llevó al término más satisfactorio, en 1872, otro distinguido marino chileno, Francisco Vidal Gormas, de quien existe desde entonces el mejor plano de dicha laguna.
 El primer Intendente y Agente de colonización de Llanquihue fué don Vicente Pérez Rosales, ocupando este cargo solamente hasta principios de 1855, cuando se trasladó a Hamburgo como agente de colonización en Europa. Los primeros colonos venidos bajo su ad­ministración fueron establecidos en1 el camino que desde Puerto Montt conduce a Puerto Varas (Suebios de Wur-ttemberg), en el Desagüe hasta la Quebrada Honda (Sajones de la Lausitz), y en la Fábrica (Silesianos del condado de Glatz).
  Además, hay que saber que un año antes de la fun­dación de Puerto Montt. a principios de 1852, se habían instalado ya en Playa Maitén (orilla norte del lago de Llanquihue) una docena de familias venidas de Eu­ropa por vía de Valdivia y Osorno (Klagges, Briede, Ellwanger,  Hess,  Wulf,  Schmidt,  etc.)
  El intendente sucesor de Pérez Rosales, en propiedad, fué don Gaspar del Río, desde el 20 de Diciembre de 1856 hasta Diciembre de 1864. Bajo administración suya fueron establecidas 12 familias venidas en 1855, y 10 familias llegadas en 1856, en Frutillar y Punta Larga hasta Punta de los Bajos, en el Volcán, y en la Fábrica hasta cerca de Puerto Rosales (naturales de Hesse-Cassel, y de las provincias de Sajonia, Silesia y Bran-denburg); 42 familias venidas en 1857 (de Hesse-Cassel, Wurttemberg y Prusia), en las chacras de la Chamiza (Coihuin), Piedra Azul e Ilque; 18 familias venidas en 1860 (de Prusia y del Zillertal), a las orillas este y oeste del lago de Llanquihue; y, por fin, como 36 familias westfalianas, inmigradas desde 1861-1864, en la Línea Vieja y Nueva, cerca de Puerto Varas.
  También un gran número de sitios urbanos en Puerto Montt fueron repartidos por el señor Gaspar del Río, y en general se puede decir que desde su tiempo, así la nueva colonia como el pueblo de Puerto Montt, toma­ron  propia  forma  y  marcha  firme.
 Sucedió a Gaspar del Río como intendente el señor Mariano Sánchez Fontecilla, bajo cuyo régimen no llegaron más que unos pocos colonos de la Silesia, en 1866.
  Le sucedió desde 1867, don Felipe del Solar, hermano de madre con don Vicente Pérez Rosales, y a éste, don Natalio Lastarria, como suplente ya desde Julio de 1871, y como propietario,  desde 14 de Julio de 1873.
  Bajo la intendencia de Lastarria llegaron a la Colo­nia las últimas cuatro remesas grandes de colonos, des­de 1872-1875, casi todos bohemios alemanes, unas 90 familias, del distrito de Braunau, los que fueron insta­lados en las chacras aún libres de Octay, Línea Panta­nosa, Quilanto, Volcán, Los Riscos y de Nueva Brau­nau, de modo que con el año 1875 la época de la forma­ción de la Colonia Llanquihue había llegado a su tér­mino, y comenzó el tiempo de su desarrollo.
  Hasta entonces la vida de los colonos no era apenas más que una continua faena por cortar las selvas vír­genes, conquistando a golpe de hacha los primeros retazos de terreno, donde sembrar y cosechar los más indispensables medios de subsistencia, y levantando, en lugar de la primera choza de ramas, una vivienda resguardada contra lluvias y vientos, penalidades que frecuentemente tomaban el carácter de una verdadera lucha del colono por su existencia, con lo que un gran número de los inmigrados, especialmente en los diez primeros años, se acobardaron y se retiraron a otros puntos.
Todo el territorio, desde las playas de Puerto Montt hasta la orilla norte del Lago de Llanquihue, y donde ahora divisamos una serie continua de hermosas cha­cras y florecientes establecimientos coloniales, era aún en 1852 un solo bosque virgen, tupido, sin senda y sin vivientes, donde el colono europeo sin guía no podía in­ternarse, so peligro de perderse y perecer, de hambre, como efectivamente sucedió a algunos.
Cierto es que desde un principio se abrió un sendero desde Osorno hasta-Playa Maitén, y de allí, orillando el lado oeste de la laguna hasta Puerto Varas y Puerto Montt, salvando los ríos y pantanos a la manera de los indios, con cuycuies (troncos de árboles echados a lo largo de un lado al otro para pasar por ellos, con riesgo de resbalarse y hundirse en el barro). Descompusiéronse y reformáronse tales pasajes desgraciados de año en año, se reemplazaron los simples cuycuies, poniendo dos o tres troncos juntos, uno al lado del otro, o haciendo planchados de palos atravesados; mas a pesar de todo, con tantas lluvias y tráfico de hombres y animales, que­daron esas vías provisorias como y una continua demora para el adelanto de la colonia. Pues ¿qué más se puede decir, si el pobre colono de la laguna, al ir a buscar, por ejemplo, algunos víveres desde Puerto Montt. para su familia echaba en su viaje tres, cuatro o más días, y si entonces embarrado desde los pies a la cabeza, al entrar al pueblo de Puerto Montt, su primera diligencia había de ser arrimarse allí al próximo arroyo y darse un lavado general, antes de presentarse al público. Solamente a mediados de los años de 1860, un carril desde Puerto Montt a la laguna, hecho en condiciones sólidas, con grandes expensas del Gobierno, por el co­lono ingeniero José Decher, puso al fin algún remedio Facilitase con él mucho el tráfico entre Arrayán (Hoy Alerce) y Puerto Montt, en
Muelle Playa venado

exportación del alerce, lo que aumentó en gran manera los recursos; así que, a principios de los años de 1870, algunos comerciantes ya bien situa­dos y deseosos de facilitar el comercio por toda la ex­tensión de la Colonia, pudieron también poner sobre el Lago de Llanquihue el primer vapor Enriqueta, reem­plazando así la antes usada goleta de movimiento pesado e inseguro. Al mismo tiempo, el camino de Octay a Osorno fué hecho igualmente en nueva y buena forma, y puede decirse así, que desde 1872, empezó en la Colonia de Llanquihue la era del progreso, con el comercio y, por consiguiente, del aumento siempre creciente de productos agrícolas y de ganadería, a lo cual contribuían poderosamente también las diferentes máquinas inventadas en ayuda del agricultor e introducidas poco a poco en todas las casas de colonos, desde principios de los años de 1880.
    Otros vapores más se siguieron .construyendo en la Laguna: el «Clara», el «Llanquihue», el «Colonia», hasta 1869, y desde 1902 el «Santa Rosa», el «Bajos» (ahora «Correo»), el «Cóndor» y el «Chile», y no menos aumen­taron en número los caminos y carriles con que están ahora en comunicación todos los puntos de la Colonia y  de  la  Provincia.
Igualmente los pueblos de Puerto Varas, Octay y Frutillar, que hasta 1880 no eran más que grupos de pocas casas, entraron desde entonces en rápido desarrollo, así por ser centros principales del comercio de la Laguna, como por el tráfico de los viajeros del norte, quienes antes que hubiese ferrocarril, tomaban su ruta desde Osorno a Octay y por la Laguna. . En resumen, pues, se puede decir que la Colonia de Llanquihue debe su estado actual floreciente, después de Dios, autor de todo lo bueno, a tres factores principales: Primero, al mismo colono o a la colonia alemana con su tesón y energía en empresas difíciles, con sus hábitos de trabajo, de previsión, orden y economía. Segundo, al Gobierno chileno, que sin duda ha ayudado y socorrido mucho a los colonos, particularmente en los principios de la colonia, así con recursos pecunia­rios, como por sus funcionarios y representantes, entre los cuales había y hay hasta el día de hoy caballeros competentes, rectos y animados de las mejores inten­ciones para adelantar los intereses de esta Provincia y Colonia.

Verdaderos modelos en este sentido han sido los dos primeros intendentes, don Vicente Pérez Rosales, de gran corazón y de vastos horizontes, verdadero padre de los colonos y cuidadoso de hacerles grata su primera situación; y don Gaspar del Río, joven, robusto y ac­tivo, quien, si era necesario, a pié, acudía a cualquier, punto de la Colonia, sin temer ni malos caminos ni aún un ayuno forzoso, imponiéndose por sí mismo de las necesidades de los recién establecidos y alentándolos con su presencia. Si no hubiera sido por la actuación excelente de esos dos hombres de gobierno, ¿quién sabe qué suerte habría corrido la primera Colonia?
  En tercer lugar, no hay que desconocer que es al brazo del trabajador chilote al que se debe también, en cierta medida, el adelanto de la Colonia de Llanquihue, espe­cialmente en la agricultura. No así como el colono hubiera hecho trabajar a ese solo, quedando a su lado so­lamente con brazos cruzados, pues el alemán de tal pro­ceder ya sería de cepa degenerada, sino en el sentido de que el corto número de los colonos inmigrados ni de lejos habría bastado para tantos desmontes y otras fae­nas agrícolas, sin cooperación del trabajador chilote, dirigido por su patrón.
 Un gran número de colonos y caballeros, fuera de los mencionados, se podrían enumerar todavía que, como funcionarios, agricultores, industriales o comerciantes, han tenido especiales méritos en el adelanto de la Colonia o del departamento de Llanquihue, de los cuales sean citados a lo menos algunos que, por sus servicios prestados a la Colonia ya desde un principio, han comprometido en grado extraordinario la gratitud de todos. Y son éstos: el doctor don Francisco Fonck, na­tural de Goch (Rin inferior), primer médico de la Co­lonia, desde 1854 hasta 1869, y fiel asistente y amigo de los antiguos colonos en sus enfermedades, haciendo sus viajes, entonces tan pesados, no pocas veces a pie y hasta el último rincón norte de la laguna; don Jorge Grebe, natural de Cassel, radicado en Puerto Montt desde 1854, miembro competentísimo de la munici­palidad de Puerto Montt, desde su primera instalación en 1864 (Abril), por su juicio claro y reposado, y vice­cónsul alemán por largos años; don Guillermo Gallardo, natural de Ancud y radicado en la Colonia desde 1859, caballero meritísimo de la ciudad de Puerto Montt y del departamento de Llanquihue como primer director de la escuela de hombres, como visitador, y en diferen­tes otros cargos públicos; y, finalmente, los R. R. Padres Bernardo Engbert y Teodoro Schwerter, jesuitas ale­manes, llegados en 1859, fundadores del establecimiento de su Orden en Puerto Montt, de donde tanto bien ha manado para la Colonia y el país, hasta ahora, con el cultivo religioso del pueblo en todo el Sur, y, en especial, con el fomento de buenas relaciones entre chilenos y los colonos alemanes, siendo así que para buenas in­teligencias mutuas entre diferentes naciones, no hay medio más eficaz que la religión de Cristo.
No es fuera de lugar insinuar aquí que, aún 300 hasta 150 años atrás, estaban en acción en el sur de Chile por­tadores de civilización y cultura de primer orden en las personas de los antiguos jesuitas. Solamente en Chiloé y en todo el archipiélago hasta Carelmapu, Calbuco, Huar, Boca de Reloncaví, lago de Nahuelhuapi, y ex­tendiendo sus correrías en débiles piraguas hasta más allá del Golfo de Penas, trabajaban por el año de 1767, catorce padres jesuitas, cuatro chilenos (Javier Esquivel, de Coquimbo, Ignacio Zapata y Juan Vicuña, am­bos de Santiago, y Javier Pietas de Chillan), cinco alemanes (Melchor Strasser, Javier Kisling y Miguel Me-yer, bávaros, Antonio Friedl, tirolés, y Juan Nepomu-ceno Erlacher, bohemio), y cinco españoles (José Gar­cía, valenciano, Segismundo Güell, catalán, Pascual Marquesta, valenciano, Cristóbal Cid dé la Paz, de Se­villa, y Bernardino Caravano, de Castilla la Nueva), para no hablar de otros numerosos padres y hermanos, residentes en la Araucanía y más al norte. Muchos de ellos eran hombres bien versados en ciencias y, artes, y todos verdaderos héroes, internándose por doquiera en medio de la indiada, con riesgo de su vida, de modo que desde el Bio-Bio hasta Chiloé y Reloncaví apenas hay distrito, ni en las cordilleras ni en los llanos, que no haya sido por ellos visitado; y, a no haber interve­nido, en 1767, la deplorable e injustísima expulsión de la Orden en todos los dominios españoles, Chile, con la cooperación de aquellos hombres eminentes, de seguro habría alcanzado un alto grado de cultura científica, artística y moral mucho antes de la fundación de Llanquihue. Sin embargo, los pormenores históricos sobre tema tan interesante, han de reservarse para un estudio aparte.

A principios de 1913, la colonia y el departamento de Llanquihue han sido puestos en comunicación con la gran red de los ferrocarriles del Estado, con lo cual entraron en nuevas condiciones de existencia y, por consiguiente, en un nuevo periodo de desenvolvimiento.

Que  Dios N. S. vele sobre él con su alta Providencia.

           José Harter S. J. (Del Colegio Seminario de Puerto Montt),

Historia de los caminos en tiempo de la colonia
La preocupación por los caminos era naturalmente la idea primordial para los colonos recién llegados. Con golpes de hachas y machetes se rozaron las primeras sendas a través del bosque virgen (llamadas sendas Cuy - Cuy) las que trataron de ir mejorando con el tiempo. Para conseguir una senda pasable y firme, debido a las muchas lluvias y tierras fangosas, se tendían dos o tres árboles uno al lado del otro los que se emparejaban con ramas y tierra; en partes hubo que afirmar la senda con palos atravesados (planchados). Hacia fines del año 50 se pensó en un camino carretero en forma entre Puerto Montt y Puerto Varas. En Octubre de 1858 bajo la dirección del Ingeniero Hoffmann, se comenzó este camino. Hasta Junio de 1860 ya se había invertido $3.293,00. Cuando Guillermo Hoffmann fue llamado para mensurar las parcelas de Lenca y Coihuín, llegó en su lugar el Ingeniero Decher. Carlos Brieba fue el encargado de la construcción de los puentes. El 18 de Junio de 1861, el Intendente del Río reportada al Gobierno lo siguiente: "El camino tiene 19.681 metros de extensión, desde la calle Illapel hasta tocar la Laguna. Hay enteramente concluídos 12,399 metros. El ancho medio es de ocho a siete varas. El camino empezó a construir en Septiembre de 1857 y se ha invertido hasta la fecha $27.413,00. Numerosas dificultades ha habido que vencer para dejar este trabajo en el estado actual. En los dos primeros años fue necesario traer peones desde Chiloé a jornal de $75.00, pero después se consiguieron, con el aumento de la población, aquí mismo a $50. - por día. La principal dificultad a consistido en el uso de carretas, para acarrear las piedras necesarias. Fue necesario comprar y traer Bueyes de otras Provincias y no hallando aquí casi ningún otro alimento que la Quila era necesario soltarlos de noche de modo que con buscar los bueyes por la mañana, se perdía medio día de trabajo. Además se producía mucho entorpecimiento por causa de las lluvia y del terreno pantanoso"
 
(La  Laja) . En dos partes planas del camino(delante de Schroer y Rehbein más tarde),se colocaron  gruesos tablones.
Bajo la Intendencia de Figueroa,el más entendido y mejor, durante el año 1888 se abrió  el camino  de Línea Solar y Línea Santa María. El año  de comunicación entre Santa María y Loncotoro se construyó el año 1895.
El camino a las Quemas del Salto se construyó entre los años 1881-1891.La nueva Línea se abrió el año   1864 .El Ingeniero Decher  no quiso participar y delegó el trabajo a su ayudante Hipper ,el que se resfrío en el trabajo .Las chacras fueron sorteadas y las familias llegaron en abril de 1864  a tomar posesión de sus  chacras en Línea Nueva.
Por 1860 ya existía el camino de Frutillar - Río Negro- Osorno. El camino de Puerto Octay hacia la chacra  de Appel y Cancura trabajaban varios colonos de Puerto Octay y Volcán para ganar un poco de dinero .Desde ese tiempo el camino viejo (primero) de Playa Maitén
A Chanchán quedó abandonado y se comenzó a ocupar el camino nuevo de Octay-
Chanchán-Osorno.Este camino fue terminado y ripiado a la llegada de los colonos Bohemios.Appel vendió sus bueyes que se ocupaban en la faena de los Bohemios
                                                                                                                                                  Traducción  Bernardo .Horn
 
El Lago Llanquihue tuvo varios nombres “Lago de la Gueñauca”, “de Valdivia” y “Purailla”
El Lago Llanquihue y sus contornos eran conocidos por los Españoles, cierto es, ya desde los tiempos de García Hurtado de Mendoza y de Ercilla, los que en  1558 en la segunda mitad de febrero, hicieron su famosa expedición en “La Araucana”, penetrando desde la comarca de Osorno hasta la orilla del seno de Reloncaví y la Isla grande de Chiloé. Asimismo el Padre Rosales de la Compañía de Jesús, en su interesante “Historia del Reino de Chile”, que escribió en 1670, menciona el Lago Llanquihue llamado entonces “Lago de la Gueñauca” o de “Valdivia”atribuyendo su descubrimiento al mismo Don Pedro de Valdivia en Marzo de 1552, como parece este mismo insinúa este hecho en una carta al rey de España.
Además al célebre marino e hidrógrafo José de Moraleda, en su “carta esférica de la costa de Chile y de los archipiélagos entre los grados 41 y 46 L .S. , marca el mismo lago, aunque con poca exactitud  y dándole equivocadamente el nombre de “Purailla”, que es el nombre del Lago Todos los Santos”.
Por lo que toca la antigua población indígena que vivía en estos territorios de Llanquihue ya antes de la venida de los españoles, consta que fue bien numerosa, los restos y vestigios frecuentísimos, que en todas partes y especialmente en los alrededores se halla, como son piedras de moler (harina) a mano; jarras, ollas y otra clase de vasijas hachas de barro; hachas, cuchillos y saetas de piedra, restos de antiguos caminos y puentes, labrados con piedras o maderas, etc.
Pero según las indicaciones de Ercilla, en su “Araucana”, parece que los naturales entre Osorno y Reloncaví ya eran entonces pocos y siguiendo siempre en disminución, resulto que ya muchos años antes de enfermarse la colonia de Llanquihue, todos estos terrenos se habían convertido en Bosques completamente abandonados y casi desconocidos. Por esto no es de extrañar que se hicieran nuevas exploraciones como las efectuadas entre 1835 - 1852 .
   El lago Llanquihue
 
(por Federico Gaedicke)
A los pies de la cordillera coronada de nieves eternas, que se prolonga desde Centro América hasta el Cabo de Hornos en la cercanía del mar glaciar antártico, entre los grados 40,58 - 41,20 latitud sur y 72,31 - 73,5 latitud oeste se encuentra rodeado de empinadas riberas, el tranquilos lago Llanquihue el más grande e importante de los numerosos lagos de Chile. Su ancho y largo tiene 40 kilómetros y su profundidad aunque antiguamente se la consideraba de 150 metros, según mediciones más actuales se la considera de 43 metros, está a 48 metros sobre el nivel del mar y su temperatura media según estudios del Dr. Karl Martin en octubre de 1907, fue de 10,5 grados celcius. En su lado Este baña los pies del volcán Osorno de 2.661 metros de altura, coronado de nieves eternas y de una armoniosa y hermosa cumbre. Al sur- oriente a pocos kilómetros, se levanta el volcán Calbuco con su cumbre achatada. Este volcán, con sus extremadamente fuertes erupciones sobre todo la del año 1893, llenó de espanto y de temor  a los colonos que circundaban el lago. La actividad de este volcán duró hasta el año 1903 (esta erupción se narra en capítulo aparte).
Costanera a Puerto Chico, el camino va por la calle Imperial
Las laderas del lago son mayormente empinadas, muy pintorescas, cubierta de arbustos y plantas y bañadas por olas del lago que deja en su incesante vaivén al descubierto una linda playa de arena y piedrecilla. En las partes en que el Bosque no ha sido talado para convertirlo en fecundas praderas por las laboriosas manos de los colonos, éste llega hasta la rivera misma, reflejando sus majestuosas coronas en las tranquilas y azules aguas del Lago. Ensenadas y sobresalientes lenguas de tierra dan al paisaje un colorido y armonía maravillosos. Sus riberas habitadas en su mayoría por laboriosos colonos alemanes, es montañosa y con suaves colinas, las que son atravesadas por innumerables esteros que muchas veces se deslizan por profundas quebradas. También hay varios ríos que son alimentados por las nieves eternas de los volcanes.

Alerce Histórico camino a Puerto Varas
El clima es húmedo pero sano. Refríos son comunes en Primavera y Otoño. Lluvia hay en abundancia sobre todo en Invierno; pero a pesar de esto, a veces falta cuando más se la necesita. Heladas hay muy pocas, solamente en épocas en que el cielo está despejado de noche y estas pronto se desvanecen con los primeros rayos del sol. Tormentas y granizadas son escasas, igualmente que las nevazones. Normalmente llueve con viento norte la que principalmente en Invierno puede durar varios días. Además suele llover con viento de travesía (oeste) los que predominan en Primavera y Otoño y que también soplan a veces en periodo de verano refrescando la atmósfera acontece que el sol brilla de un cielo limpio y sin nubes, lo que induce a las personas a salir al aire libre; de pronto aparece al oeste una pared de nubes la que aumenta rápidamente y en poco tiempo esta totalmente encapotado el cielo; los benéficos  rayos del sol desaparecen y fuertes chubascos empujados por recio viento oeste se dejan caer y pobre del que no pudo cobijarse a tiempo bajo techo protector, en menos de cinco minutos ya no le queda hilacha ceca en el cuerpo y el frío le hace castañar los dientes. Apenas media hora después un radiante sol prodiga su benéfica calor desde un cielo despejado; a intervalos mas cortos y largos se repite se juego de la naturaleza. Vendavales hay en toda época del año, pero mayormente en invierno(Junio, Julio y Agosto). En estas ocasiones el viento norte sopla por días enteros, haciendo crujir las casas de madera mejor ensambladas y que derriba a no pocos árboles del bosque.
Tornados son muy escasos, pero si sopla un fuerte viento oeste.
Aquí alrededor del Lago Llanquihue se desarrolla colonia de alemanes, con sus campos y colinas verdeantes, ofrece al visitante un espectáculo hermoso y soberbio, que impregna el alma hasta lo más profundo.
Cada año son más numerosos los visitantes del norte que buscan solaz y descanso y encuentran aquí lo que el corazón anhela en belleza, clima templado y agradable.
Quieran las futuras generaciones guardar y perpetuar el espíritu y esfuerzo alemán que dio tanta prosperidad a la región.
 
 Traducido por Bernardo. Horn.
 
Vida del campesino alrededor del lago Llanquihue
Al oeste comienza a aclarar, las estrellas palidecen y los contornos oscuros de la cordillera dominadas por la nevada cumbre del volcán Osorno, sobresalen por momentos mas y mas desde el fondo que amanece. En el corral de las gallinas, el Gallo redobla su canto y el trinar de miles de pájaros se deja oír en los jardines, árboles y bosques. Encabeza a todos la Diuca que lanza sus trinos en el apacible fresco de la mañana. Va aclarando por momentos y también en los hogares de los campesinos comienzan a sentirse rumores de nueva vida. No lejos de la Laguna se encuentra una gran casa de campesino, rodeada de jardines, huertos y árboles frutales. Pertenece al campesino Federico quien como sus antepasados que fueron modestos trabajadores en Alemania, así también Federico es un laborioso y empeñoso campesino que pone todo su placer y cariño en el trabajo. En sus horas libres,


Primera foto de Puerto Varas 1884
los Domingos y en las largas tardes de Invierno, su entretención favorita es leer algún libro. Así con el tiempo se impregno con un tesoro de ciencia y saber la que le deparo horas muy agradables. Aún no ha aclarado del todo, ya sale Federico por la puerta de la casa. Con mirada conocedora escudriña el firmamento y explora el tiempo que habrá. El mal tiempo había retrasado la cosecha y apenas tres días hubo buen tiempo y estos se aprovecharon con todo empeño. Se madrugo muy temprano y se trabajó hasta los últimos rayos de sol, la bodega se repletó con la cosecha y cada tarde cuando Federico se sentaba a la mesa decía: "Muy bien mis hijos , hoy hemos trabajado con empeño". Y una sonrisa de satisfacción iluminaba su cara. Hoy deberán acarrearse los últimos restos de la cosecha a los graneros, lo que demandara un último esfuerzo a la familia. Con mirada escudriñadora de águila Federico observa en todas direcciones del firmamento; nada se le escapa a la vista; él menea su cabeza, aire y cielo están limpios pero reina una calma de mal agüero; débiles neblinas, perceptibles solo a los ojos de un buen conocedor flotan en lo alto del firmamento; no es un signo de lluvia, pero es muy sospechoso. Ojalá dure todavía hoy el buen tiempo , murmuró ante sí. Formó un embudo con sus manos y lanzó un fuerte silbido que era la señal para los inquilinos de comenzar la labor del día. No necesitó repetir su llamado; ayer en la tarde en la hora de la cena él anunció, que si hoy se terminaba felizmente la cosecha, él expenderá generosamente por lo menos dos litros de chicha por persona; con este aliciente, los inquilinos ya estaban en pié cuando se oyó el silbato. En la casa y patio comenzó el movimiento. La dueña de casa prende el fuego, la hija con la sirvienta dan de comer a las aves, los hijos traen las vacas del campo y todos participaban en la lecheada para terminar pronto sólo Federico con sus inquilinos van al campo todos los días. El aceita la máquina mientras que los inquilinos traen los bueyes y los enyugan. En la noche cayó rocío que es otra señal de cambio de tiempo y así el corte de trigo puede comenzar pronto; al poco tiempo ya llega a la Bodega la carreta cargada con gavillas de trigo. Desde el patio se oye el zumbido de la máquina separadora que separa la crema de la leche. A las ocho hay una pausa para tomar el desayuno que es frugal y pronto se oye nuevamente el ruido de la máquina sobre el campo. En lo alto del asiento está Friedel el dueño; con mano segura regula el corte con las palancas, para lo cual debe regirse según el estado del trigo a veces más alto y otras más bajo; hay que estar con el ojo avizor y lentamente salen las gavillas atadas, de la máquina que las deposita al lado sobre el rastrojo. El sol cae abrasador del cielo, la atmósfera está espesa y húmeda y alrededor de la cúspide del volcán Osorno se forma un vaporoso velo de nubes, las que la envuelven y pronto forman una verdadera gorra 1), señal de lluvia. Esto lo saben todos y por esto Friedel no tuvo necesidad de apurar a los trabajadores y todos daban de sí el máximo que podían. Si cae la lluvia antes de que esté  la última gavilla de trigo bajo techo, la prometida chicha se habrá hecho agua. Llegó la pausa del medio día que normalmente les permite el dueño de casa como recompensa ya que su manzanal es grande y Dios lo bendice con abundancia de frutas, ni Friedle hace su acostumbrada siesta. El cielo se encapota por momentos más y más, y las nubes se cierran por momentos , pero el calor no amaina; aparece una suave brisa de Norte, pero no alivia el bochorno reinante pues sopla caliente como si saliera de un horno. Así se deslizan las horas en arduo trabajo. El trigal se va achicando y el cielo se pone amenazante. Si el viento cambiara a oeste, en vez de norte se desencadenaría una tormenta en breves minutos; pero aún así puede
Salida Norte de Puerto Varas, Hoy Av Gramado.
comenzar a llover en cada cuarto de hora. La once que normalmente se toma a las cuatro en el campo de cosecha, se omite hoy. Los cosechadores tienen todos sus músculos en tensión y los animales son exigidos hasta el máximo. Ya jadean los Bueyes agitando sus costados, cuando cae la última gavilla y es cargada en la carreta. Todos dan un suspiro de alivio, pues la tarea se cumplió, el trigo está seco en el granero y la chicha está salvada. Alguien improvisa una bandera de la victoria con su chaqueta la coloca sobre la carreta cargada, a la que acompañan al granero con gran algarabía. Era ya hora, pues apenas se había guardado la última carga de trigo, comenzó a llover en abundancia por varias horas y en la noche continuó lloviznando. Era esta una benéfica lluvia de varano que refrescaba el ambiente, hombres, animales y plantas y a la que sigue una mañana de radiante sol.
Nadie está más contento que Friedel; él distribuye a sus trabajadores la merecida chicha, con la que se retiran a sus viviendas. En el Jardín las flores rejuvenecen y esparcen su suave aroma con mayor intensidad después de la lluvia. Allí está sentado con sus hijos bajo el alero de la casa y muy complacido dormita recordando la faena cumplida y respirando la fragancia de las flores. Por momentos va oscureciendo y la tranquilidad de la tarde hacen pensar y meditar en paz, hasta que rompe el encanto del silencio, el llamado de la madre para la cena. Después de ella se oye todavía en un cuarto de hora el traqueteo del lavado de la vajilla, fumando mientras tanto un buen cigarro el dueño de casa. Enseguida todos se retiran para el merecido descanso, pues el nuevo día necesita cuerpos y mentes descansadas. Profundo silencio se observa pronto sobre todas las casas de los campesinos alrededor del Lago.
Por Fritz Gaedicke
Traduc.  B. H.
 
1) El Osorno es un verdadero profeta del tiempo, según una rima en alemán:
 
"Hat er eine Mütze,             Si el Osorno tiene un gorro
gibts eine pfütze.              Se aproxima la lluvia
Hat er eine Hut,                Y si tiene un  Sombrero
Wird das Wetter gut."           Viene tiempo bueno.
  ==================================================================



Puerto Varas

Capitulo VIII
Descripción de la Villa – Historia
Las márgenes australes de la bella laguna de Llanquihue, aparecen coronadas población, Puerto Varas, balneario de risueño aspecto reconocido como uno de los más lindos centros de recreo del país. Hasta hace pocos años, Puerto Varas era una aldea casi desconocida en el resto de la república; pero desde q la vía férrea las saco de su aislamiento y dio a conocer a todo Chile el valiosísimo tesoro del sur andino, este puerto se ha convertido en una estación veraniega de moda, a la cual acude año a año innumerables turistas procedentes de ciudades chilenas, argentinas, brasileñas y hasta norteamericanas.










Se ha construido este pueblo en uno de los ribazos más amplios y más bonitos de la laguna, y una gran parte de la población se ha levantado sobre cadena de cerillos situada detrás de las playas desde las cuales se presenta la vista dl espectador un panorama presiosísimo, en el que no se sabe que admirar más, si la majestuosidad de las colosales moles andinas con su nieve blanquísima o el horizonte sin fin que se divisa a través de las azuladas aguas del llanquihue. Y los contornos mismos de la villa ofrecen encantos indescriptibles: vegetación exuberante, prados cubiertos de flores multicolores, colinas tapizadas de verdes, bosquecillos de arboles con amplio ramaje y otras atracciones que constituyen  la delicia de  propios y  extraños.

La edificación es del más agradable aspecto. Las antiguas viviendas construidas por los primeros colonos han venido reemplazándose paulatinamente por construcciones de estilo moderno, entre la cuales se destacan no pocos chalets que dan una nota atractiva al conjunto.

Las calles, muy amplias, perfectamente delineadas y sobre todo muy limpias.

El Gaviota y el Correo en Playa Venado
El pueblo se divide en 2 barrios: Puerto Chico y Puerto Grande. El primero, a pesar de su tamaño..., es mas antiguo, y el último a progresado mas, gracias al ferrocarril que lo atraviesa. Pero hablemos en General y sin distinciones particulares, que siempre resultan desagradables.

Considerada bajo el aspecto comercial e industrial. Puerto Varas es también una población de bastante importancia. El comercio esta incrementándose en condiciones alargadoras y las industrias prosperan rápidamente. Hay allí establecimientos mercantiles de notoriedad como los de la señora Schulz y Richter. Luis Boegeholz Saavedra Benard, Guillermo Neumann, Alfredo Heim y C.I.A, la empresa de alumbrados, la fabrica de bebidas gaseosas de Don Leon Wiederhold, la fabrica de muebles de don Antonio Horn. Otro establecimiento progresista es la feria de animales de los señores Binder Hnos. La agricultura, por otra parte, ha obtenido una prosperidad envidiable, figurando las papas, el trigo, la mantequilla y la miel como los principales productos de la región.

Cuenta Puerto Varas con buenos hoteles, un eficiente servicio de transporte y locomoción urbana, vapores, botes, vapores, botes-automoviles y otras embarcaciones para la travesía del lago o hacer excursiones; tienen un hospital, medico, botica, colegios importantes y, en resumen, cuando se necesita un centro poblado. Más adelante tratamos por separado de las diversas reparticiones públicas. Y antes de proseguir hagamos también un poco de historia.

Calle Imperial Llegando a Puerto Chico

   El nombre de Puerto Varas, les fue puesto en honor del ministro don Antonio Varas, que mando a  efectuar un reconocimiento del lago Llanquihue, en 1854. Los primeros colonos se establecieron en Puerto Varas, el año 1858, pero ya en 1853 se radicaban cerca de ese lugar las familias Apple y Schmauck, que llegaron a Melipulli (Puerto Montt), en el “Susana” juntamente con los fundadores de la capital de Llanquihue.

El actual alcalde de Puerto Varas, señor German Schwerter, nos refiere que siendo aún un niño, conoció esta villa, hace unos 50 años, cuando apenas había 2 casa en Puerto Grande habitadas por don Fernando Bittner, mueblista y un tal Uribe. Luego llegaron un señor Schulz , el ingeniero don José Decher  y don Godofredo Heim. En Puerto Chico vivían en aquellos tiempos los señores Enrique Schulz, José  Gebauer, Fernando Hess, que estableció uno de los primeros restaurantes: después el hijo de este instalo la primera fabrica de cerveza , que ya no existe.

Otro antiguo vecino cuenta que en 1890, había solo una docena de casas de las cuales eran propietarias las familias Bittner, Schulz, Hess, Raddatz, Daecher, Kahller. En los primeros años se construyó una pequeña capilla, y en 1894 se fundó la parroquia de Puerto Varas.

Los servicios de instrucción estaban a cargo de un profesor ambulante que aveces instalaba su escuela en Varas o Totoral, y en otras la tr un profesor ambulante que aveces instalaba su escuela en Varas o Totoral, y en otras la trasladaba a Frutillar u Octay. Entr. Entre estos maestros se recuerdan los nombres de Julio Kraeft, Hermano P.Nicolás , Otto Knop, Dittrich.

De año en año fue progresando este cuento hasta conquistar la situación preponderante que hoy tiene.


                   CAPITULO IX  
ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS PÚBLICOS

También se dejan sentir aquí los efectos perniciosos del centralismo administrativo, que tan gravísimos prejuicios a ocasionado a las provincias australes. Es así como los servicios fiscales de la villa adolecen de serias deficiencias y, por otra parte, se hace notar la falta de reparticiones publicas indispensables para un pueblo de la importancia de este balneario. Pero vemos que vamos apartándonos del objeto que a determinado la publicación de este opúsculo. Plumas más autorizadas que las nuestras, no tardaran en abordar “in extenso” el tema de la descentralización, hoy de actualidad en el sur de chile.
MUNICIPALIDAD
Puerto Varas cuenta con Municipio desde hace doce años, más o menos. Antiguamente la cabecera de la Comuna era Frutillar, que en aquellos tiempos estaba unida a la de Río Negro.

La composición actual de la Municipalidad es la siguiente:

Primer Alcalde : don Germán Schwerter;

Segundo Alcalde: Don Enrique Nicklitschek;

Tercer Alcalde : don Fernando Binder;

Rigidores : señores Celestino Hoffmann, Clemente Schnettler, Jorge Sunckel, Augusto Bittner, Antonio Horn, José Meyer;

Tesorero y secretario: don José F. Klenner;

Abogado Municipal: Don J. I. Maldonado.

La administración comunal se ha ejercido siempre, en Puerto Varas, en condiciones que satisfacen los interese públicos y las necesidades del vecindario. Se ha prestado preferente atención a las vías públicas tanto urbanas como rurales, de tal manera que solo en 1918, el Municipio con la cooperación de los vecinos, invirtió alrededor de $40.000 pesos en arreglo de caminos. Respecto a obras de saneamiento, se proyecta la propia ejecución de alcantarillado, servicio  para el cual se consultan algunos miles de pesos en el presupuesto de 1919.

Agua Potable tiene la población

En cuanto a instrucción, mientras el fisco mantiene apenas una escuela en la villa, la municipalidad ha establecido 19 en la comuna.

Subdelegado: Don Felipe Brandau, Pto.Chico

Juez de Subdelegación : Don Amador Cid; su oficina está en el edificio municipal, calle del Salvador.


Subdelegado marítimo: don Germán Wiederhold, calle de la Laguna.
                             Registro civil.
Esta oficina funciona en el edificio municipal y está atendida por el señor Amador Cid.
                                        Parroquia.
La parroquia está situada en una de las colinas de la población que fue construida hace pocos años. El templo es uno de los mas hermosos de la región y fue consagrado el 24 de Noviembre, señor Obispo de Ancud, monseñor don Antonio Castro.

El cura párroco es el virtuoso e ilustrado sacerdote R. P Juan Dusch, ex rector del seminario del Espíritu Santo.  

Sota-cura: RP . Gillermo Tilly.

         Reciben además, en la misma parroquia los RR.PP. Van Laak y Sander, ex profesores del seminario ya indicado.

         Horas de misa.- los días domingos y festivos: a los 8 y 10.30, en verano, y a las 8.30 y 10.30 en invierno. Los días ordinarios, la misa principal se oficia a las 7 hrs.

         Unión católica.- La Parroquia dirige y mantiene la importante institución denominada Unión Católica, a la cual pertenecen los vecinos más respetables del pueblo. Cuenta la sociedad con un magnífico edificio, cuyas salas hacen las veces de teatro.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Telégrafo del Estado.-
La oficina del Telégrafo fiscal está situada a orillas del lago en la esquina de la calle de Walker Martínez. La jefe de este servicio es la señorita Ester Monje.

Horas de oficina: de 8 a 11 horas y de 12 a 19 horas en verano; en invierno el Telégrafo se cierra a las 18 hs.

Los días festivos rige otro horario: de 8 a 10 y de 12 a 14 horas.
Telégrafo Comercial.-
Queda ubicado en Puerto Chico en la calle de Comercio, al lado del Hotel Llanquihue.

Horas de oficina: de 8 horas a 12 y de 13.13 a 19, en verano: en invierno, de 13.30 a 18 hs.

En días festivos, la oficina se abre también a las 8, pero se cierra a las 12, para abrirse a las 13.13 y cerrarse nuevamente a las 14.30 hs.
Agencia postal.-
Ubicación: calle del Salvador

Jefe: señorita Rosa Miranda

Horas de oficina: de 8 a 12 hs. Y de 13 a 18 hs. En los días festivos el correo se abre de 9 a 14 hs. Y de 17 a 18 horas.

La agencia postal de Puerto Varas tiene servicio de encomiendas y certificados.
Teléfono.-
En puerto Varas esta la agencia de compañía de teléfonos de Llanquihue, a cargo del señor Edmundo Bechtol, en cuya oficina funciona también la central telefónica.

Puerto Varas puede comunicarse por teléfono con los mismo lugares con que puede hacerlo Puerto Montt.
Cuerpo De Bomberos
Puerto Varas tiene cuatro compañias de bomberos: una de vapor, otra de esacala y dos de palanca. Los cuarteles son tres que estan situados uno en la calle de la Laguna, el otra en Puerto Grande, y el tercero en Puerto Chico.

Puerto Varas
El director general del cuerpo, es el siguiente:

Superintendente: don Enrique Nicklischeck;

Comandante: don Carlos Raddatz;

Vicecomandante: don Alfonso Luckenheide;

Secretario: don Amador Sid;

Tesorero: Carlos Heim
CAJA NACIONAL DE AHORROS
La única institución de crédito, que posee la villa es la caja nacional de ahorros, la cual funciona en la casa de la municipalidad, calle Del Salvador. Su personal esta compuesto así:

 Agente: Guillermo Pieretti;

Cajero: don Teobaldo del Canto;

Oficial: don Reinaldo Siefer.

La caja se instalo en la población el año 1913.
POLICIA
El servicio de vigilancia lo ejercen guardianes de la policía comunal, cuyo cuartel esta en la calle San Francisco.

La dotación es de 8 hombres. Comandante es don Manuel Arismendi.
ESTACION DE FERROCARRIL
Jefe de estación don Ernesto Fuetes.

Jefe de bodega: don Carlos Manriquez

Jefe de equipaje y telegrafista: don Augusto Ponce.

La boletería esta a cargo del jefe señor Fuentes.

Este personal es insuficiente, y sobretodo en los meses de vernao. La estacion de Puerto Varas, produce una entrada anual que se aproxima a medio millon de pesos, en algunos años, y que no baja nunca de los 400 mil.
Movimiento de Trenes.-
El tren del norte  pasa por esta estacion a las 4.54 y el del sur a las 10.14 hrs.

El tren local entre Osorno y Puerto Montt, pasa para el sur a las 9.28 y de regreso llega a las 16.52 hrs.

El nocturno de verano directo de Santiago, pasa despues de las 22 hrs, en su viaje de venida y poco despues de las 5 hrs, en su viaje de regreso. El itinerario suele sufrir algunas péqueñas alteraciones todos los años, con respecto a las horas y dias de carrera.

En Enero de 1920, se ha establecido un nuevo servicio de trenes directo de Santiago.
EMPRESA DE VAPORES
La empresa de vapores mas importante de todo el lago, es la del Sr. Carlos Heim, que tiene su asiento en Puerto Varas. La oficina del Sr. Heim queda situada al lado del hotel Bellavista, calle de la Laguna.

Posee la empresa dos naves: el vapor “Santa Rosa”, de 70 toneladas y “El Correo”, de 30 toneladas.
Lancha del Señor Radatz Puerto Chico
Itinerario.-
Martes y viernes a la Ensenada, con escala en Río Pescado y Los Riscos, llevando correspondencia (viajes de ida y vuelta). Martes, convinacion para Bariloche vía Peulla y, Viernes trae la combinacion de Bariloche.

De Puerto Varas sale a las 7.30 hrs, y llega a la Ensenada a las 11.30 o 12 hrs.

Parte de la Ensenada en viaje de regreso a las 13.30 o 14 hrs, para llegar a Puerto entre 18.30 o 19.

Precios: A la Ensenada, primera clase, $5; segunda ,  $2.50.

Los dias Jueves, uno de los vapores de la empresa Heim, hace un viaje a la parte norte del lago, haciéndolo escala en Llanquihue, Frutillar, Loa Bajos, Puerto Octay, Volcán (Puerto Fonk) de donde regresa a Puerto Varas.

Parte de Puerto Varas a las 7.30 horas y llega a Frutillar a las 10, a Octay a las 12. De aquí sale a las 13.30, pasa al Volcán y entra a la bahía de Puerto Varas entre las 19 y 20 horas.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario