lunes, 30 de junio de 2014

Agricultura e Industria Lago Llanquihue 1910

LA INDUSTRIA  EN LA REGION DEL LAGO LLANQUIHUE
Por Jakob Juginger
Escrito en 1910
Que la industria hasta hace poco en la región del lago Llanquihue no se había desarrollado, no es de sorprender una colonia que esta distante del camino principal ya que los costos de transporte absorben  cualquier ganancia.
 El fácil talar árboles, unido a las condiciones de que el trabajador no tenía mayor instrucción, lo impulsaba desde temprano  a trabajar en industrias y curtiembre. En la actualidad existen en la región cinco curtiembres las que se dedican principalmente a fabricar suelas para zapatos, utilizando la corteza de lingue y muermo.
 El auge del comercio de la mantequilla que empezó alrededor de 35 años, fomentó la instalación de tonelerías. Fue así como el señor Gottfried Heim le cupo el honor de ser iniciador de la primera fabrica de tonelería movida  a vapor. La riqueza en variedades de maderas de los bosques, motivó para que distintas industrias se dedicaran a la construcción, a las mueblerías y carrocerías.
 Entre los tres mayores centros poblados del lago, como Puerto Octay, Frutillar y Puerto Varas, desde hace un tiempo a esta parte, se había levantado en forma significativa la industria, aventajándolas Puerto Montt  como capital de provincia, que la promete convertirse en un activo centro industrial unido a esto, se agregaría condiciones favorables como la unión de la vía principal de tránsito del país, la extensa línea de ferrocarril.
 En Puerto Varas podríamos mencionar la primera y más grande tonelería de la región movidas por maquinarias, creada en 1855 por   Gottfried Heim. Anualmente produce alrededor de 16.000 barriles para mantequilla y miel,  cuyos actuales propietarios de la firma Heim y Cía; estableciendo que está unido a la construcción fabrica de muebles, y desde hace algunos meses con local de venta.
 Otros establecimientos en Pto. Varas son: la construcción, Fábrica de muebles de Alfonso Lückeheide, movida a vapor, la fábrica de conservas y cecinas de Felmer y Schmidt, la carnicería fábricas de cecina de























Augusto Schmuck, la hojalatería de Guillermo Schadow, la herrería y carrocería movida con fuerza de agua de Federico Vyhmeister, además de un torno de acero de 6m. de extensión y molino. La fábrica de limonada y de Pomril de León Wiederhold fundada hace nueve años, la que entregaba un promedio anual de 120.000 botellas de Pomril y 80.000 de limonada. Por último la tonelería de Cristino Berner en Laja - Puerto Varas, movida a vapor. También dos curtiembres de propiedad de Enrique Niklitschek y E. von Bischoffshausen, de las cuales la primera curtía el año un promedio de 1.500, y 500 cueros la segunda.
               En aquel entonces, en Frutillar se hacían los primeros ensayos para establecer una industria que sobrepasara el marco de la artesanía, en lo que existió una fundición durante un tiempo, la que, motivado por lo complicado del transporte, todo esfuerzo por mantenerla fue en vano.
Mencionaremos la tonelería de Wetzel y Winkler movida por fuerza de agua y de vapor, la mueblería de Albino Winkler por fuerza de agua, la carrocería de Cristino Wetzel N. movida a vapor, la curtiembre de Adolfo Richter que curtía un promedio de 3.000 cueros al año, la curtiembre de la firma Juan Klocker e Hijo, con un promedio de 1.500 suelas y cueros al año.
               Puerto Octay también conoce de algunos establecimientos  industriales, entre otros, la herrería de José Hausdorf, movida a vapor, la tonelería y mueblería de José Matzner, a vapor, la curtiduría de E. Klagges que elaboraba anualmente un promedio de 600 cueros. En Nochaco, al norte de Puerto Octay, es dable mencionar el aserradero y fábrica de muebles de Kusch y Gaedicke.
               Molinos existen un sinnúmero alrededor del lago, agrupados como propietarios en tres núcleos familiares. La mayoría de estos molinos servían la demanda de un hogar y del vecindario. El poseedor del molino más grande era Juan Lückeheide en Punta de los Bajos, movido por agua y vapor, con dos moliendas; Eduvino Winkler en Puerto Octay, movido con fuerza de agua. Enrique Wiehoff en Puerto Varas - Desagüe, y Gaspar Kortmann en Puerto Varas movido por fuerza a vapor.
                Donde se ha establecido un alemán no debe faltar la cerveza. La primera cerveza en Frutillar la fabricó en 1903 el señor Carl Richter; vendía la botella a 5 centavos.
                Momentáneamente existían en la región del lago cinco fábricas de
cerveza: la de la Suc. Teuber y Adolfo Hausdorf en Puerto Octay; Germán Galle en Frutillar; Ema F. V. De Teuber de Teodoro y Scherwerter en Puerto Varas. La producción total anual de las cervecerías sería de 50.000 litros.
     Además recordaremos un empuje alemán que produjo un significativo resurgimiento en la colonia de Llanquihue: el teléfono. Su servicio abarcó la mayor parte de la región lacustre, debido al esfuerzo de la sociedad telefónica de Llanquihue, surgida hace alrededor de diez años mediante la sociedad de accionistas con un capital pagado de $10.000 oro. Hasta ahora se han instalado alrededor de 200 kilómetros  de cables.
 En general, se puede decir que en la región del Lago Llanquihue la industria a empezado a resurgir. Más de un grupo industrial, como fábrica de muebles, que por escasez de mano de obra funcionaron con cierta lentitud, con la llegada del ferrocarril que quebró su aislamiento surgieron otras, como una fábrica de escobillas, de canastos de mimbre, una quesería, etc.
 Es digno de mencionar, que de los 40 locomóviles que trabajaban alrededor del lago, solo 2 eran de fabricación alemana, uno marca “Wolff” y el otro un “Lanz”. Hacen alrededor de diez años, la competencia de las firmes iglesias que se introdujeron en la región, aventajaron a las pocas representaciones alemanas y lograron vender mayor cantidad a un costo menor que el alemán y por la idea ya difundida en esos tiempos, que lo importado de otra nación es de mejor calidad.
 Completamos este capítulo con las primeras industrias establecidas en el lago Llanquihue y que dieron origen de “La Fábrica en el camino de Puerto Varas a La Ensenada”
El nombre de “La Fábrica” se originó en los comienzos de la colonización, pues en este lugar se instalaron algunas pequeñas industrias que fueron: al final de Puerto Chico el molino de la familia Vyhmeister, un poco más allá la mueblería de la familia Schwabe, a la altura de Punta Bittner se estableció una industria de botellas de greda para envasar cerveza y más allá el colono Francisco Klenner dio comienzo a una fábrica de vidrio, que ya narramos.
 De un artículo aparecido en “ EL Llanquihue” el 28 de noviembre de 1982 sacamos:
LA FÁBRICA: En esta zona se establecieron las familias Bitter, von Bischoffschausen, Gabauer, Nettig, Schmincke y posteriormente los Klenner, Vyhmeister, Schwabe, Lückeheide, Minte, etc. Años más tarde en el mismo sector de “La Fábrica” funcionaria el establecimiento industrial de los señores Jorge Klein, Francisco Klenner y Jorge Schlutter, quienes producían telas de lienzo puro y mezclado, como también tocuyos de tipo alemán.

PROGRESO DE LOS COLONOS ALEMANES  EN LAS RIBERAS DEL LLAQUIHUE, ESCRITO EN EL AÑO 1871
Vidal Gormaz, refiriéndose a una de sus excursiones que hiciera durante el año 1871, escribió: “Cuando desde alguna elevación contemplamos el Llanquihue, viendo campear cual blancos lunares los caseríos de los colonos, rodeados  de doradas sementeras que se perdían en las espesas selvas un sentimiento de satisfacción se apoderaba de nosotros. Al recordar que solo hace diecinueve años que aquellos campos yacían solitarios en un profundo silencio en medio de sus floridos bosques que solo eran agitados por la tempestad o el mugir  de las olas del algo al quebrarse en la ribera, se experimenta la mas viva emoción que halaga el porvenir de esas comarcas hoy en vía de progreso.
“Las riberas del sur, oeste y norte del lago, son bajas, boscosas y orilladas por colinas ondulosas sobre las cuales se divisan las casas de los colonos, campeando entre praderas y cultivos que limitan espesas arboledas naturales, dando el cuadro un aspecto agreste, no obstante la actividad de sus pobladores y de las velas que surcan las aguas del lago viajando entre sus extremos norte y sur.
 “ Durante ese trayecto tuvimos ocasión de admirar los progresos de la agricultura en las diversas chacras alemanas extendidas a lo largo de aquel y sobre las lomas que resguardan por la espalda a la colina. Donde antes había un bosque impenetrable, un pantano, ahora existe un hermoso sembrado y elegantes casas de campo que dejan una triste impresión si se comparan con la humilde choza del maderero que dista pocos pasos de ellas.”
 También se evidencia el progreso de los Colonos y sus descendientes en las ciudades.
 Cuán grande fue la incidencia de lo Colonos y sus descendientes para su nueva patria Chile, se expresa en las siguientes líneas del escritor e historiador  don Francisco Encina:
 “ Además del rol importante que sus elementos superiores ejercieron individualmente en el desarrollo industrias y de la cultura chilena, los Colonos alemanes transformaron   material y culturalmente las provincias del Sur”
 
 


LLANQUIHUE - FRUTILLAR - PUERTO OCTAY - PLAYA MAITEN
 LLANQUIHUE. - Situada inmediatamente al norte de Puerto Varas, primitivamente tenía el nombre de “Desagüe”, por estar el nacimiento del río Maullín en esa parte. Llanquihue está dotada de atracciones naturales que pueden convertirla en un importante balneario.
 Las primeras familias alemanas que llegaron a Puerto Montt, a fines de 1852, fueron: Dittrich, Werner, Junge, Müller, Linke, Held. Estas familias son los fundadores de Llanquihue, y se establecieron entre Marzo - Abril de 1853.
 De un opúsculo editado el año 1920, copiamos: Los principales comerciantes eran los señores José Meyer, Carlos Neumann, Alfredo Neumann, albino Kuschel, Luis Olavarría. En cuanto a industria existía la fábrica de lino de los señores Carlos Wiederhold y Cía., con un capital de más de un millón de pesos.
 No teniendo a mano una nómina completa del comercio e industria existente en la actualidad, anotamos la casa comercial de los señores A. Werner y Cía., La “Fábrica de Cecinas Llanquihue” de los señores Mödinger Hnos. Ltda. Una muy importante industria es la Azucarera IANSA.
 Llanquihue tiene Alcalde Comuna. En el año 1982 a nivel comunal según censo 1982 estipula 16.357 habitantes. En cuanto a los rubros culturales de escolaridad y religiosidad, los hemos informado en otros capítulos del presente libro.
 
 FRUTILLAR.- El puerto y bahía están situados en las márgenes occidentales del lago Llanquihue. La estación ferroviaria está instalada en la parte alta de la villa, a muy corta distancia del puerto.
 Frutillar tiene curiosa formación de roca orillas del lago; como balneario tiene condiciones especiales, tanto por la tranquilidad del lugar, cuanto por la agradable y pintoresca situación de la aldea, con la mejor vista al lago y al volcán Osorno.
 Los fundadores se instalaron allá por el año 1856; fueron entre otros las siguientes familias: Winckler, Richter, Nannig, Klocker, Galle, Wittwer, Kuschel, Haase, Klotz.
 El aumento de población fue casi nulo en los primeros tiempos.
Por el año 1889 apenas había seis casasen este lugar. La primera Casa Comercial la instaló es señor Carlos Richter.
 El club Alemán fue fundado en 1884. Su director se componía de los siguientes señores: presidente don Juan Klocker; secretario don Reinaldo Klocker; tesorero don Guillermo Sunkel; directores, los señores Rodolfo Kuchel y don Germán Klaher.
Por decreto de gobierno Nº 365de 3 de Agosto de 1894, fue declarada Villa.
 La existencia del establecimiento educacional más importante es el Internado Alemán, que data desde 1906. Bajo la dirección del distinguido educador, don Santiago Junginger, quien desde 1888 hasta 1906 tuvo a su cargo la escuela fiscal. De anotaciones  del año 1911, la matrícula del Internado Alemán constaba de 73 alumnos de ambos sexos; la enseñanza era costeada por los padres de familia, el establecimiento no recibía subvención alguna.  Como ayudante actuaban en ese año Frida Junginger y Elena Weil. En 1913 la colonia de Frutillar creó un pensionado anexo (kinderheim), para aquellos niños que venían de lejos. Esta Escuela se había conquistado el respeto y la admiración de todos los habitantes de Llanquihue, debido a su ilustración y espíritu progresista.
 También existía un Liderkranz (Club de canto) dirigido por el maestro Juan Dausend. En casa de profesor Junginger, la llamada “Shwabenburg” ostentaba el siguiente lema: “Dein haus sie Deine Welt” (Que tu casa sea tu mundo). De referencias del año 1920 hemos anotado: el personal docente lo formaban las señoritas Candelaria Villarroel, Dora Junginger y don Juan Dausend. La escuela funcionaba con 160 alumnos entre hombres y mujeres, repartidos en seis cursos.
 En la población, también había una escuela fiscal mixta, dirigida por la señorita Enriqueta Oroz; su matrícula era de 43 alumnos y el plantel funcionaba en una casa de propiedad fiscal. Existía además otro establecimiento regentado por la señorita María Langerbach.
 El directorio de la compañía de Bomberos en el año 1920 era el siguiente: Superintendentes don Adolfo Richter; Comandante y Capitán don Fernando Hechenleitner; Vice-comandante don Edmundo Winckler; Tesorero don Rodolfo Kuschel; secretario don Guillermo Niklitschek.
 El hotel más importante era el “Central”, propietaria la señora
Ida H. De Krause; tenía capacidad para muchos pasajeros, caracterizado por sus condiciones higiénicas y su estricta limpieza. La pensión principal funcionaba en el Club Alemán.
 Frutillar tiene Alcalde Comunal;  nivel comunal según el Censo1982 estipula 12.408 habitantes.
 PUERTO OCTAY.- También se llamó Puerto Muñoz Gamero, al igual que la Península Centinela. En otra oportunidad se le dio el nombre de Puerto Rosas, nombre que luego fue desestimado. Octay, del aborigen Utai, que quiere decir puerto del costado norte. Está situado en una hondonada, su bahía es una verdadera taza o estanque cerrado y de un abrigo muy seguro. Ascendiendo por la calle principal el pueblo se transforma en una agradable sorpresa, en la colina está el barrio importante. Puerto Octay, a nivel comunal, según el Censo de 1982 tiene 9.859 habitantes. El primer poblador que se estableció fue el sastre B. Rosa (silencio). Rosa abandonó pronto este pueblo en el año de 1856. Luego fue poblado por nativos. El Supremo Gobierno construyó una casa para los colonos alemanes; se encontraba en el sitio del posteriormente Hotel Martin. No muy distante, en la manzana 19 ( Esq. Sur-oeste de la planificación de Octay), construía su casa habitación don Christian Ochs a principios del año 1860, además de tostaduría, molino y fábrica de aguardiente. Ochs era muy emprendedor; en vísperas del año 1970, fue muerto por un toro enfurecido en su chacra de El Volcán.
 Puerto Octay comenzó a poblarse poco a poco entre los años 1880 - 1890, años más tarde que Puerto Varas. La primera tienda de los franceses se estableció en el año de 1884 y se encontraba frente al hotel Martin.
 Rufino Guerrero, piloto de la goleta en el lago Llanquihue a comienzos tenia su domicilio en Puerto Varas, donde obtuvo el Gobierno una pequeña chacra situada a la subida en dirección de la estación ferrocarril, la que posteriormente  pasó a poder de José Kuschel. Más tarde Guerrero se radicó en Octay, en donde obtuvo una pequeña chacra en la parte Este del puerto. Guerrero fue el primer estafeta del correo hasta 1887 Wulf instaló la primera cervecería y residió donde está la herrería de José Hausdorf Sch. Wulf contrajo matrimonio en 1886 con la señorita Ana Stockenbrand de Puerto Montt
 Por Decreto Nº 365 del 30 de Agosto de 1894, Puerto Octay fue declarada Villa, por ser cabecera de Municipalidad establecida en el departamento de Llanquihue. En el año 1897, Octay tenia alrededor de 36 casas en tres pequeñas y grandes que no ofrecían mayor atracción. Contaba con 1.117 habitantes en 1970.
 En la colina cubierta por el manzanar, en el centro de Octay, posteriormente  de propiedad de Celestino Weisser de El Volcán, había una hermosa glorieta; allí descansaban los restos de 6 a 8 de los primeros pobladores, entre los que se encontraban Christian Ochs y Franz Opitz, manteniéndose  sus  sepulturas en perfecto estado sin profanar su descanso. Durante años el “Musikalische Club”, (Club Musical) ofreció en esta glorieta sus recreativas melodías para alegrar al público de Octay. El número de socios de este Club era de 40 a 45, de los cuales 12 era activos; entre los más activo se encontraban  José Hausdorf, Adolfo Hausdorf, Enrique 2º Martin y Antonio Hausdorf, verdaderos ejemplos para la generación actual del “Club Copihue” del año 1927.
 PLAYA MAITEN o MAITENES - Este nombre se originó debido a los numerosos árboles de esta  especie que se encontraban en la época de la colonización; está situado inmediatamente al sur de Puerto Octay. Los colonos fundadores llegaron en la primera expedición en Enero de 1852 y fueron los siguientes: Hermann Klagges, Franz Schmidt, Eberhard Wulf, Johann Siebert, Adolfo Ellwanger y Kurt Backhaus; el 3 de Marzo de 1853 les siguieron las siguientes familias que habían quedado en Osorno. Posteriormente se agregaron Juan y Santiago Appel, Burkhard Mardorf, Ferdinand y Wilhelm Hess.
 Los colonos alemanes que se instalaron en su mayoría en los alrededores del Lago, llegaron a través del entonces Astillero de Melipulli, hoy dejaron atrás el proyecto Valdivia- Osorno, llegaron desde esta última ciudad a playa Maitén por un angosto sendero iniciado con el transitar de los vacunos. En recuerdo de la odisea vivida por sus antepasados, sus descendientes inauguraron durante el Centenario de la Colonización, 28 de Noviembre de 1952, una lápida con inscripciones alusivas.


 

Nueva Braunau Colonos, Agricultura Historia



EL COLONO EN SU CHACRA Y EN SU  HOGAR     Das Helia- Daieim.- At home.
Escrito el año 1911               Bernardo Gotschlich H.



Lo que los ingleses llaman kindly disposition, good nature, o "congeniality of home", expresan los alemanes en una sola palabra propia: "Gemüttíchkeit!", que los castellanos y en general los latinos no conocen, ni en­tienden su verdadero sentido!

La vida familiar se desarrolla bajo un res­peto y veneración absoluta de los hijos hacia sus padres; esos hijos no solo son profunda­mente respetuosos sino también hacia sus maestros y hacia toda persona adulta.

La madre es la gran educadora del hogar.

Ningún hijo omitirá de saludar a sus pa­dres al levantarse y al acostarse. Al ir a la mesa, toda la familia está de pié y es gene­ralmente el hijo o la hija menor, quienes, a una señal de la mamá, juntando las marri-tas, recitan: "Aller Augen warten auf Dich, o Herr, etc."; y lo mismo al acostarse y le­vantarse, recitan los niños una corta oración, ¡cuya sublime poesía solo comprende el que haya presenciado y meditado tales actos!
Estas escenas no se ven solo en las fami­lias católicas, sino también en las protestan­tes y a nadie se le ocurriría decir que son signos de atraso, siendo que estas mismas familias sobrepasan en actividad a las más liberales de las familias chilenas!
El primer trabajo del campesino por la mañana al levantarse, es buscar las vacas lecheras y entrarlas  al corral.








Las criadas, mozos y gente de la casa es­tán ya a las cinco de la mañana en el corral para principiar a lechear, trabajo que tarda horas enteras, según la cantidad de animales que posea  un  campesino.
Los hijos de la casa, a falta de ellos el mozo de mano, recorren en briosos corceles las dilatadas llanuras para buscar las vacas. El perro acompaña al amo o vaquero en las montañas y sirve de conductor de animales.
Todavía los jilgueritos no principian a cantar; en medio de ese silencio matinal, el hijo del campesino cruza las praderas ro­deado de las brisas purísimas de la mañana. En esos vastos campos el sol deja traslucir los primeros rayos por el oriente, clareando las nevadas crestas de la Cordillera de los Andes. Las eternas nieves despiden un cen­telleo difuso, ligeros vapores se levantan en la atmósfera y no tardamos en sentir la acción vivificante del sol en nuestros campos.
Ante estas meditaciones, la naturaleza se despierta, las avecitas cantan la canción ma­tutina y el hijo del campo detiene el veloz andar de su brioso corcel, pone oído atento al canto de las tiernas avecitas que le mue­ven las fibras delicadas del corazón. El hijo del campo aun no está viciado por el aire impuro del ciudadano y su corazón noble, sencillo y sin mancilla, sabe sentir honda­mente.
Nadie pierde el tiempo, todo el mundo se levanta temprano, el dueño de casa inspec­ciona y ordena los trabajos de labranza; la señora para disponer los trabajos domésti­cos: atender la lechería, descremar la leche en el separador, hacer mantequilla, dar de comer los volátiles y demás animales de co­rral; y siempre les alcanza el tiempo en los días festivos para recorrer la distancia de una hora a caballo y llegar a la misa de 10 A.M.
Los trabajos domésticos de la dueña de casa, de sus hijos y de la servidumbre, si es que la tiene, están distribuidos por días y semanas, si se trata que hay que lavar la ropa, aplancharla, hacer pan para toda la semana (a), la mantequilla de la crema o nata acumulada en dos o tres días, etc.

(a) Para quienes quieran independizarse de las panaderías que venden pan microscópico y quie­ren comer el pan muy bueno y barato, va esta receta: Se echa en una tina dos almudes de ha­rina; apartándola hacia los lados; se forma una cavidad al medio y se le vierte medio litro de le­vadura de cerveza mezclada con medio litro de agua tibia, (este trabajo se hace en pieza abriga­da o bien se coloca la tina al lado de la estufa). Se deja tres horas para que fermente, o bien, pre­parándolo en la noche se deja hasta la mañana siguiente. Una vez fermentado se le agregan 4 li­tros de agua tibia en que se ha disuelto una taza de las de café repleta de sal de cocina, (si se usa leche, queda aún mejor el pan), y se revuelve o amuña la masa hasta que se despegue del fondo de la tina y suene. En seguida se arropa la tina cubriéndola con paños gruesos de lana destinados especialmente al objeto, y se deja subir la masa durante tres horas. Mientras se calienta conve­nientemente el horno, pues la leña debe quemarse totalmente y quedar reducida a brazas a la vez que el horno debe estar rojizo en la bóveda Inte­rior, se forma el pan SIN AMASAR LA MASA, se coloca sobre latas por las cuales se ha pasado previamente manteca o mantequilla. Se hace a cada   pan  una   incisión   por  el   medio  de  1   cm.  De Profundidad  a fin de que no se parta a los lados al cocerse, y con hisopo de pluma de ganso se le pasa leche o yema de huevo batida para que que­de brillante. Los dos almudes de harina así tra­bajados dan diez panes que se echan al horno y se dejan cocer durante una hora veinte minutos. Este pan,   cuanto   más  añejo,  tanto  mejor  es!
Si se desea que este pan quede mejor de mejor gusto y dure fresco por más días, bastará echarle a la levadura una papa cocida de regular tamaño para cada pan grande redondo del tamaño de un plato   sopero.

Los niños de ambos sexos se acostumbran desde pequeños al trabajo intensivo: el tiem­po que no emplean en la escuela lo dedican a los quehaceres domésticos. Tienen por ello también sus recompensas morales y ma­teriales.
El día Jueves Santo están seguros de po­der visitar a los padrinos quienes colman de regalos consistentes en confituras espe­ciales: pan blanco de Pascua y Coronas. El día de Pascua de Resurrección saben que mamá, — para los menores son los conejos ya que en Chile no tenemos liebres —, ha escondido en alguna parte una nidada de huevos de Pascua, azules, cafés o otro color.
En la noche del 24 de Diciembre con toda seguridad viene el Niño Jesús a dejarles un arbolito de Pascua con ricos regalos. Esta "Noche Buena" es siempre una conmovedora fiesta de familia. Los niños están repletos de gozo por los regalos consistentes en confituras, muñecas, caballitos, instrumen­tos de música, vestidos, encajes, etc., etc. Los padres son espectadores de la alegría de los niños y se acuerdan cuando ellos eran también niños: se olvidan desgracias, ren­cores, sinsabores porque estamos en "Noche de paz, Noche de amor..." (Heilige Nacht..., etc.). Esta fiesta tiene verdadera gracia, cuando los niños no se dan cuenta que son los padres quienes han confeccionado el ar­bolito de Pascua y ello les da un aliciente para portarse muy bien durante al año y merecer regalos aún mejores en la próxima "Noche Buena".
Estos niños no dejarán jamás de saludar a sus padres en un día de cumpleaños o para el santo, con un ramo de flores y con una poesía pronunciada con la unción, como sólo ellos, muy amantes de sus padres, pue­den hacerlo.
Los trabajos varían según las estaciones del año: desde mediados de Octubre hasta fines de Marzo es el tiempo de la lechería; de Octubre a fines de Enero se ordeñan las vacas, mañana y tarde, empezando el traba­jo a las 4 de la mañana. En Octubre es la  profundidad a fin de que no se parta a los lados al c   trasquila de las ovejas; en Octubre y Febre­ro se sacan las plumas de los gansos; a fi­nes de Noviembre y Enero se saca la miel de las colmenas. En los tiempos de ahora se cosecha la miel de abeja en Marzo, debido a que la floración del ulmo es en Enero. En Mayo - Julio se siembra el trigo, en Agosto la avena, el centeno y las arvejas; el 18 de Septiembre deben estar sembradas las pa­pas; en Noviembre se aporcan. Desde me­diados de Enero hasta mediados de Marzo tiene lugar la siega de trigo y en Abril la cosecha de papas.
También la cosecha de manzanas tiene lu­gar en Marzo y Abril. Existen manzanales con centenares y miles de árboles, cosechán­dose en partes más de 1.000 sacos de man­zanas que se reducen a chicha o sidra de manzana  (b).
Los trabajos de horticultura están a cargo de la dueña de casa: ella dispone las siem­bras; no escasea entre estas plantaciones el repollo. En Mayo o principios de Junio se pone el repollo en conserva (c), que des­pués se come con carne ahumada de cerdo. La carne de cerdo (chancho) constituye una buena provisión de invierno en forma de jamón y de costillar, con la grasa (tocino) y salchichones (d).
En algunas partes suele ocuparse la san­gre de cordero para un manjar indígena, lla­mado ñache (e).

(b)       Las manzanas se muelen en un molino entre dientes de acero; la manzana molida llega a la prensa y su jugo en botijas de madera, de aquí a los barriles donde se efectúa la fermentación y clarificación. Los productores, vendían en 1911, el litro a 15 - 18 centavos; los expendedores a 0,40 -
0,50 cts.
(c)     Para cortar el repollo se sirven de un cepillo especial con varios cuchillos; el repollo cortado se pone en tina alternando capas de repollo con sal y rarr.'itas de hinojo, también algunos granos de pi­mienta y una que otra hojita de laurel. Cada capa así formada se macera hasta llenar la tina; el re­pollo no se pudre, sino que fermenta y queda lo mismo  que   porotos  verdes   puestos  en   sal
          
(d)     Generalmente se benefician varios cerdos de una vez y se hacen salchichones; también una ternera cuya carne molida se mezcla en proporción igual con la carne molida de cerdo; se le agrega, sal, pimienta y un poco de comino y se llenan los intestinos preparados. Tanto la carne come el salchichón se ahuman con leña o astillas húmedas  que   no   den   larva


(e)     Se pican chalotas, ají y cebollino francés; se le agrega sal, pimienta, perejil. En la fuente &n que se hallan estos ingredientes se recibe la sangre caliente del cordero degollado, se revuelve y bate bien; el tal batido se come aun caliente o tibio con papas cocidas al rescoldo o con pan! Es uno de los más deliciosos manjares del indígena y también uno de los condimentos naturales que dan más vigor! También se sirve con vino.
A fines de Abril cada hacendado marca sus terneros, para entregarlos al bosque o a los extensos potreras que suelen encontrar­se a bastante distancia, generalmente en una región distinta de la en que vive el dueño.
La Edificación Rural del Sur de Chile ha ganado mucho con los colonos; sus casas son confortables y la distribución de sus depar­tamentos es práctica; cerca de las casas de la habitación encuéntrase galpones y grane­ros con piso de madera, todos rodeados de árboles frutales y huertos.
Al hijo de aquellas provincias le cuesta acostumbrar su vista a la edificación rural del Centro y Norte del país, donde muchas de las casas de dueños de fundos son cons­trucciones falta de gusto arquitectónico, en estado ruinoso o en descuidada conserva­ción; forman un hogar poco atrayente!
Penetremos en el hogar de los honrados campesinos, y ocupémonos en examinar sus costumbres domésticas, como también cuan­do se presentan en público para tomar par­te en las reuniones y fiestas.
Siempre tiene el campesino trabajador al­go para el puchero, y también posee su có­moda casa, donde pasa tranquilamente la vida y descansa de las pesadas faenas del día.
La comida es abundante y nutritiva, y se prefiere, en vez de las delicadezas y postres de los ciudadanos. El comedor   está   en   la     ' misma cocina, que se guarda con limpieza. No sucede como entre los pudientes de las   grandes   capitales,   que   tienen   un   comedor      lujosamente adornado.
La  dueña  de  casa  alemana mira  mucho     “ por el orden y la limpieza”.
En la casa del colono encontramos siempre una limpieza muy esmerada; cada sábado se lavan los pisos, puertas y ventanas. En las salas encontraremos mesas y sillas hechas de madera de mañiu, de un lindo color crema o blanco-amarillento; del mismo color son los pisos.                ]
Las paredes ostentan retratos de familia,   algunos  cuadros  con inscripciones o borda­dos artísticos hechos de hilo o de cabello con distintas leyendas, como...                                                                               1

SEÑOR QUEDA  CON  NOSOTROS PORQUE VA ANOCHECER.
HERR BLEIBE BEI UNS,
DENN ES WILL ABEND WERDEN.
HOGAR CONFIADO DA FELICIDAD.
TRAUTES HEIM GLÜCK ALLEIN.
Los balcones de las ventanas ostentan de­licadísimas plantas vivas y muchas casas tienen un conservatorio especial de plantas.
Pero las plantas más preciosas y delicadas1 son los hijos; su cultivo está a cargo de la madre; el padre es obedecido por su sola mirada y si ello es necesario no escasea el castigo corporal. Las hijas se hacen cargo de los trabajos domésticos hasta el mismo día en que contraen matrimonio. Cada padre de familia aspira ver casada a su hija con un hombre que tenga una chacra (hijuela), pues considera que la tierra asegura el pan para aquellos quienes la cultivan! Es tan previsor que no permite que sus hijos con­traigan matrimonio antes que tengan una posesión agrícola en que puedan trabajar.
La actividad de la familia alemana no se concreta sólo a los trabajos del día: las pri­meras horas de la noche se aprovechan en trabajos materiales y en cultivar el espíritu con lecturas amenas, instructivas, religiosas y de política mundial.
Mientras unos hacen; charqui de manza­nas, tejen, hilan, componen lana, desbarban las plumas de ganso, etc., el padre, la madre, o alguno de los hijos leen en alta voz una novela, una historia, los diarios europeos, etc.
Encontramos calendarios ilustrados: Marienkalender, Familienkalender, der Hinkende Bote, der Reichsbote, der Soldatenfreund (Winterberg) Wien.
Revistas como Der Deutsche Haussehatz, Die Woche, Das Echo, Leipziger Illustrierte Zeitung, die Grenzboten, etc.
Periódicos: Kolnische Zeitung (La Gaceta de Colonia), la más leída en el sur, Brau-nauer Deutsche Nachrichten, etc., etc.
Libros de medicina práctica como los de Sebastián Kneipp y de Kühne; Die Frau ais Hausarztin por Dr. Med. Anna Fischer — Dickelmann — Stuttgart, Süddeutsches Verlagsinstitut, II tomos, etc.
Escritos   didácticos   religiosos   como   las
obras de Alban Stolz, Los Evangelios del día (Goffine).
Obras de ciencias generales como el Lexi-kon de Brockhaus y el de Meyer. Varias co­mo Stifters Werke, Gesprache mit Goethe, Der letzte Bombardier.
Obras de táctica militar, Historia de las principales guerras europeas, etc.
También se cultivan con esmero la Música (piano, harmonium, violín, cítara, acordeón, Mundharmonika, etc.) y el Canto.
Aprovechamiento del tiempo en trabajos manuales e intelectuales; aprovisionamiento para el día de mañana; economía estricta en todo, honradez absoluta, reglas de higiene corporal y doméstica, son las características generales de aquella población.
Por otra parte, la palabra del htKmbre tiene el valor de escritura pública; es muy fre­cuente Que se hacen préstamos mutuos por la sola fe de su palabra y para día determina­do, muy posible en las labores del campo, pero que los empleados públicos p. ej. con nuestras finanzas pésimamente llevadas, no pueden hacer por más espíritu de orden que tengan, pues no saben en absoluto si el próximo año contarán con la misma canti­dad de dinero del presente, o si ese dinero que ahora vale 18, 14, 12, 10 d., mañana pue­de valer menos.
Repito: la vida de los inmigrantes del sur y de sus descendientes puede enseñarnos muchas cosas prácticas y puede estimular­nos a la imitación de esas virtudes en el hogar y en el trato con nuestros semejantes.
También los colonos alemanes tienen sus reuniones públicas en los días festivos. Mien­tras la juventud se entretiene bailando, los de mayor edad discuten entre sí, teniendo de­lante una cantidad de botellas de cerveza y vaciando do vez en cuando una copa de esa legendaria bebida. Por último, también ellos toman parte en el baile y se organiza la fiesta en regla. Las señoras tienen igual­mente sus conversaciones entre sí y lo que es más, es que nunca se olvidan del robre prójimo...
Cuando hay una reunión de personas res­petables, para discutir sobre un punto im­portante, nunca debe faltar la cerveza; pa­rece que esta bebida despeja la mente y es necesaria para todo alemán o descendiente.
De vez en cuando se gusta en compañía de los vecinos, de un sabroso asado que nunca debe faltar en una fiesta de regulares proporciones.
Bernardo Gotschlich H.

EL ANTIGUO NUEVA BRAUNAU
En una sesión del Comité para Celebración del Centenario de Nueva Braunau, se pro­puso a los vecinos de Línea Cruzada dar el nombre a su sector de "Alt-Neu Braunau", porque la colonización tuvo allí su principio. Otros opinaron que sería preferible hablar de "Nueva-Braunau Alta", porque es allí el pun­to más alto de esta región. Se sitúa 93 m. sobre el Lago Llanquihue y 144 m. sobre el nivel del mar. Desde aquí se tiene una visual con amplio dominio de la Cordillera de los Andes, empezando desde el Puyehue por el norte  hasta  el  Hornopirén hacia el  sur.

Escuela fundada el año 1888 en "Lí­nea Cruzada", chacra 7. Foto año 1941.
La   misma   Escuela   en su fachada actual.


En la chacra N1' 7, que hoy pertenece a don Albino Hitschfeld, se puede contemplar aun como vieja reliquia, la primera escuela de Nueva Braunau construida en 1888 por Au­gusto Werner. La construcción de madera ha sido reparada varias veces, de manera que su estructura se ha mantenido. Aquí fue co­locado   Emilio  Vyhmeister    como    su    primer profesor. Le siguieron entre otros, Josefine Langebach, quien falleció en un incendio en Pto. Varas. A continuación doña Hilda Volke, la esposa del fallecido Bernardo Niklitschek.
Los métodos de enseñanza, que los mismos colonos escogían, eran prácticos y eficientes. Los alumnos,  de los cuales varios aun exis ten, cuentan que en contados años aprendían lo esencial, bajo la mirada y ayuda de sus padres, como religión, leer, escribir y aritmé­tica.
Durante la primera guerra mundial, la es­cuela fue bautizada por el padre Duschl con el nombre de "Hindenburg Schule", en honor de este gran héroe y posteriormente Presi­dente de la nación alemana. Un cuadro de este personaje, que P. Duschl obsequiara, a la Escuela, se trasladó en 1927 a una nueva'Es­cuela ubicada en la chacra N1? 25 de Augusto Gebauer, que inició el profesor Ernesto Frie-de. Continuaron ejerciendo el profesorado en esa casa escolar, Werner Magens y José Reiss.
Casi enfrente de la primera escuela, en el camino conlindante a la chacra que fue del primer colono Ambrosio Scholz, erigió éste una Gruta llamada "s'Kapelle". Consistía de un gran crucifijo con un Corpus, a ambos lados dos imágenes sagradas, todas pintadas en colores sobre tablas de madera moldea­das. Debía, según tradición de antepasados acompañar en su recogimiento al excursionis­ta. Se situaba entre un ciruelillo y un fron­doso mañiu. Asimismo, prestaba, servicios en el día de María Auxiliadora, 24 de Mayo, des-\ de donde partía la Procesión a su cercana Capilla. En un caluroso día de verano de 1927 fue pasto de las llamas originado por una vela prendida que una devota pero descuida­da alma había dejado encendida. Con esto uno de los frondosos árboles se chamuscó. Du­rante el Centenario de la comunidad, los ve­cinos instalarán en el mismo lugar una nueva Gruta con una placa conmemorativa en la que se gravará la alocución de la fundación de Nueva Braunau.
Colonos y primeros pasos
En el camino de Línea Larga, entre las cha­cras de Arturo Werner y Alfredo Weisser, es­tuvo visible por muchos años la Cruz Misio­nal, de gran tamaño. De acuerdo con su nom­bre debe haberse llevado a cabo allí la pri­mera misión. También se nos informó que durante el año 1880 el Gobierno había designado ese lugar para que se construyera la primera “Casa de Dios la cruz era de Alerce embutida en un tronco de Tepù  lo le permitió una duración por muchos años. Bajo su sombra fueron sepultados siete fallecidos. La

Cruz Misional se erigió en la primavera de 1880; su lugar preciso: cuatro metros al po­niente de una tranca de golpe y a ochenta cm. de un cerco de alambre en la platabanda nor­te del camino.
Cuatro años más tarde se llegó a la cons­trucción de su pequeña iglesia, pero no en el sitio mencionado anteriormente, sino que en la chacra de Antonio Knittel, al pie del actual cementerio. Fue bendecida en 1886, y prestó servicios a sus feligreses hasta el año 1936, año en que fue bautizada la nueva Iglesia tinglada en zinc construida en la parte alta del  mismo cementerio.   'La vieja  capilla fue
desarmada durante 1939-40. Así como la an­tigua, la nueva siguió con el mismo nombre de "María Auxiliadora", muy probable, en agradecimiento como auxiliadora de los colo­nos creyentes que imploraban su ayuda en sus primeros difíciles tiempos.
La joya más preciada es todavía el vene­rado cuadro religioso, representado por Ma­ría con el niño, ambos con la vista a distintos lados observando a un joven matrimonio. Es­ta costosa joya fue encargada a Europa por un sacerdote. Tres hombres la trasladaron desde Puerto Montt sobre sus espaldas hasta la   primitiva   capilla.    Fueron   Karl   Meixner,







Caminos Antiguos Planchados de Troncos











Primera Capilla  Luterana de año  1894.


Iglesia Luterana inaugurada en 1958, que reemplazó la Capilla.



Ambros Scholz y Antón Knittel; este último tocaba cada mañana la campana de la pe­queña iglesia, y los domingos oraba. Una hija del segundo de los nombrados fue ordenada religiosa y un hijo de sacerdote. Durante 1908 ejerció de Vicario General en la Diócesis de Ancud, y posteriormente prestó servicios co­mo Capellán de Ejército. A este maravilloso cuadro, don Fernando Gotschlich, quien era mueblista, le construyó un artístico marco.
Durante 1894 los protestantes luteranos, que entretanto se habían multiplicado, construían su propio Templo de Dios en "Línea del Sur", con una escuela y un cementerio, el que has­ta en los días de hoy es conocido por su lim­pieza. El constructor de todas estas instala­ciones fue Karl Westermeyer. quien también construyó el primer puente sobre el río Maullín. El hubo de ser el primero que fuera en­terrado en su cementerio. Con ello, el prin­cipio de esta colonización se hizo visible, que nuestros antepasados no sólo se preocuparon del progreso material, sino también que su vieja creencia en su nueva patria echara raí­ces en la juventud y fueran educados en el idioma y tradiciones.
La vida religiosa de los Colonos, según el Rector de la Universidad Pontificia de San­tiago, monseñor Carlos Casanueva O., hace de esto ochenta años: En medio de las limpias y apacibles casitas se levantaba la pequeña iglesia. La habían trabajado con sus manos y su dinero los esforzados feligreses. Era la más linda, en su graciosa y humilde senci­llez. Habían puesto en ella todo su corazón, todo su cariño, toda su fe. Querían para Dios lo mejor a que sus recursos alcanzaban.
"Cuando  amanecían las primeras luces  del alba, la campana, del templo, llevando hasta muy lejos sus sonidos, despertaba a los labo­riosos campesinos, convidándolos a pensar en Dios.
"A las 5 de la mañana los veían llegar al templo: hombres, robustos, vigorosos como los robles de sus bosques, en sus trajes hu­mildes de trabajo, encanecidos ya los unos, frescos los otros en la lozanía de su juventud pura, iban llenando los bancos reservados a ellos; al otro lado las mujeres, las madres y los hijos, los niños pequeños, rubios, sonro­sados, descalzos los más, no por miseria, sino para que se  crien sobrios y fuertes.
"Pocos momentos después, la iglesia estaba llena. ¡Era de ver que devoción tan humilde, tan respetuosa, tan grave! Comenzaban las oraciones; las rezaban en común, como si fue­ran todos una sola familia unida. Alternaban con la oración, el canto. Cantaban en alemán y castellano. Las voces poderosas, robustas, rudas de los hombres, primero; las voces sua­ves y delicadas de las mujeres, enseguida.
"Y terminada la misa, al trabajo. Dos pri­meros rayos del sol doraban a esta hora los nevados volcanes, que al Oriente del lago, allá a los lejos levantaban sus blancas crestas. Al trabajo. Con el alma animosa, tranquila. Ca­da familia, el padre y la madre y los nume­rosos hijos de todas edades toman el camino de su casa, de sus tierras, muchos vienen desde lejos.
"Las mujeres, a los quehaceres domésticos, a ordeñar las vacas, a fabricar la mantequi­lla, los quesos, al establo, al gallinero, al huer­to, los hombres a la tierra, al bosque, al mon­te, para arrancarle a fuerzas de sudores el sustento de la casa.
   Aquí se encuentran los vestigios de los prin­cipios mudo testigo de su asidua actividad, de su inquebrantable resistencia, sacrificio y heroísmo de estos pioneros de las selvas. En el memorable lugar, donde se encontraba el balseo sobre el río Maullín, se pueden des­cubrir aún los rastros de la partida y regreso de la canoa. Con ocasión de Celebración del Centenario se van a erigir lápidas recordato­rias a ambos lados, con el fin de que los via­jeros, pescadores y turistas, recuerden este histórico   e   importante  lugar.

"He vivido en esos humildes, pero nobles hogares. ¡Que sobriedad! ¡Qué laboriosidad! ¡Qué orden! ¡Qué respeto! ¡Qué virtudes tan hermosas!"
La erupción del volcán Calbuco el 29 de Noviembre de 1893, vivido por un colono de Nueva Braunau, que dice: "En ese día tuve que acompañar temprano a mis mozos que iban con yuntas de bueyes al monte a aca­rrearme algunos trozos de madera labrada para tablas, pues había tomado aserradores de Chiloé, que son muy hábiles en el manejo de la sierra a mano. Estábamos ocupados en ponerle la cadena a esos trozos, cuando noto que se nos obscurece; aseguramos las cadenas y apuramos los bueyes para salir del bosque y cuando lo conseguimos ya estaba comple­tamente obscuro. De casa habían mandado en nuestro encuentro mozos con faroles, pero era poco menos que imposible seguir adelan­te; desenyugamos los bueyes y nos apresura­mos a ponernos bajo techo; los faroles de po­co nos servían, pues caía una ceniza finísima que no nos permitió abrir los ojos a pesar de que nos cubríamos bien. La lluvia de ceniza principió a las 8.30 de la mañana y se man­tuvieron durante tres horas las luces encen­didas; los animales estaban inquietos y bus­caban los corrales y galpones. Como a las 12 del día aclaró y vimos todo cubierto con una capa gris de más de un centímetro de es­pesor".
Etiqueta de cognac provocó sublevación de araucanos, del periodista Luis Jorquera C, en El Llanquihue de Pío. Montt y posteriormen­te en El Mercurio de Santiago: "En la prima­vera de 1890 se registró en Llanquihue un caso curioso, que dio origen a un conato de sublevación de los araucanos de la zona y puso en serio peligro la vida de los colonos instalados   en las vecindades  del lago.
"Un cacique, conocido con el nombre de Antiñirre (zorro astuto), encontró una cadenita unida a una plaqueta de oro que tenía gra­bada una ciudad, la cual le hizo creer que se trataba de la "Ciudad de los Césares", le­yenda muy difundida en esa época. De inme­diato propaló la noticia entre su tribu, dicien­do que él estaba predestinado a conducirlos hasta la Ciudad de los Césares; pero que pri­mero deberían matar a todos los colonos blan­cos, robarles sus mujeres y dinero y huir lue­go hacia la legendaria ciudad, cuyo camino les  enseñaría.
"Aceptado el plan, un grupo de araucanos asaltó el galpón de un colono que estaba au­sente y allí se embriagaron con chicha de manzana fermentada. Esto sucedió en Nueva Eraunau. Sin embargo, para suerte de los co­lonos, un indígena sintió arrepentimiento y dio a éstos, aviso de la sublevación. Puesto el hecho en conocimiento del intendente de la provincia, éste proporcionó a los colonos dos policías y se formó rápidamente una pa­trulla que asaltó el campamento de los indios, logrando apresar a Antiñirre. Conducido a Puerto Montt, entregó la famosa plaqueta, que resultó ser una etiqueta que los fabri­cantes de cognac colocaban en ese tiempo en sus envases."

       APÉNDICE
Agregaremos algunos apuntes que aluden a mayor documentación, fuera de la ya ex­puesta, en otros capítulos de este trabajo.
El puente de concreto sobre el río Maullín, fue construido por el Gobierno hace unos diez o doce años. Un buen día apareció la apla­nadora del progreso que arrazó con la belle­za del "palacio de heléchos y flores" que ha­bía en el fondo de la "Quebrada o Cueva del Diablo", lo que mejoró el camino, eliminando las curvas zigzagueantes de ante y después del Maullín.
El Centro Comercial en Nueva Braunau se había formado desde antes del presente siglo, en la intersección del camino de Pto. Varas a Sta. María, y de "Línea del sur" a Cala­bozo, o Bellavista. Según referencias del se­ñor Gotschlich, "por el año 1898 contaba con tres tiendas de comercio; que a principios del siglo funcionaba cervecería García, carnicería y cantina de Leopoldo Siegel, y tonelería de Carlos Vyhmeister", no precisando domicilios.
En la esquina nor-este, cuando el estable­cimiento "Chile-Argentina" terminó su giro en la década 1910-1920, su ex-representante Francisco Reimann, arrendó la propiedad a don Erich Carstens, alemán de origen, quien ejercía el comercio de abarrotes, etc., por los años 1919-1922. Don Erico tenía un emplea­do de confianza muy activo de nombre En­rique Kahler R., a quien remuneraba por esa época con quinientos pesos mensuales, más pensión y hospedaje que su patrón le propor­cionada en su casa.— Siguiendo unos pasos por "línea del sur", existía entonces y hasta los días de hoy una vieja carrocería y herre­ría, de la que fue propietario el fallecido se­ñor Oyarzo. A continuación se sitúa la po-. blación "Nva. Braunau". Siguiendo por esta misma esquina en dirección a Pto. Varas,; funciona allí una escuela elemental mixta de niños, la población "Rhode Island", y Horst Korf..
En la esquina sur-este, donde estuvo el ca­serón tinglado y techado en zinc, fuera del negocio de Alfredo Berner, funcionó una can­tina que daba almuerzo y comidas, y otros negocios en el transcurso de los años. Desar­mado este caserón, pasó a ser propietario del sitio Adolfo Bittner, y hoy en día es su hijo Ermin.— En dirección a Pto. Varas, estuvo el molino para trigo de José Volke y Gmo. Vyhmeister. A continuación el Retén de Ca­rabineros, Cervecería García, y la ex-Central de Teléfonos que estuvo atendida por un belga apellidado  Notevert.
Para la esquina nor oeste existe el proyecto de construir una plaza pública con un monu­mento.
En la esquina sur-oeste la Planta "Lechera del Sur" de quesos y mantequilla, fundada, según referencias proporcionadas por la ofi­cina principal de Santiago, el 6 de Mayo de 1950, bajo el giro de "Agrícola y Lechera Llanquihue, S.A.", entonces propietarios la fir-






ma Aravena y Cía. Ltda. La industria entró en funciones en Octubre del mismo año.
Entre las chacras 7 y 18 por "línea del sur", actualmente de los señores Albino y Ce­lestino Hitschfeld, en tiempos otrora nacía de allí un camino improvisado que atravesaba hijuelas hasta empalmar en la esquina del ca­mino de "línea larga" en la intersección de las chacras 3-4-5-6 de E. Werner, I. de Rehbein, y Suc. A. Weisser. Era una senda que acortaba distancia al viajero evitando cabal­gar por "línea cruzada". Se eliminó en el transcurso de los años junto con su prolon­gación hasta el antiguo balseo sobre el Mau-llín (camino punteado en el croquis), abrién­dose entonces el nuevo camino carretero y puente   de   madera   sobre   el   Maullín   el   año 1892   en  la   dirección   de   Pto.   Varas   a  Nva. Braunau.
La angosta línea particular Machmar, Ricke y Cía., conocida también como Kinzei y Mach­mar, tuvo como socio principal a don Agusto Kinzei Reimann, y sus yernos Alfonso Ricke y Humberto Machmar. Su construcción se terminó a fines de 1927, a través de predios de particulares, para dar salida a los produc­tos de Loncotoro y lugares circunvecinos a Estación Llanquihue. En principio el trans­porte se haría con un potente tractor alimen­tado por leña, el que arrastraría carros aco­plados. La empresa hizo época; sus derechos fueron vendidos posteriormente al Fisco por don Bernardo Werner, para destinarlo a ca­mino público, y con ello a su ensanche y rec­tificación en partes.

Colonos en la Selva
DEL ACTUAL NUEVA BRAUNAU
Para llegar a este lugar, durante mucho tiempo no le fue fácil al viajero, porque des­pués de haber cruzado Línea Nueva tenía que pasar la Cueva del Diablo. El río Maullín a través de cientos de años socavó una profunda cuenca ensanchándola hasta for­mar un valle. A los primeros pioneros no le quedaba otro recurso que abrirse una sen­da en lo más profundo de la Quebrada, toda cubierta de vegetación. El colono que por una u otra causa se había atrasado en Puer­to Varas, se espantaba al ver a su paso por la noche brillar voladoras luciérnagas, o era observado por una trasnochadora lechuza, así como encontrarse ante la mirada de los brillantes ojos de un gato montes. ¿Debía a alguien extrañarle si algunos aseguraban haber visto al "diablo "en la Quebrada? En los calurosos días de verano ofrecía este camino al agobiado viajero un techo de frescor a su paso, y le alegraba la vocin­glera de los variados pájaros. El escritor de la '"Leyenda del Lago Llanquihue" don Eduardo Ide Martínez nombra este lugar como el "palacio de heléchos y flores".
El nombre primitivo de "Llanquihue", sig­nifica, "el paraje hundido en el agua". (Llan-quyn: hundirse en el agua; Hue — paraje). Otro significado sería: perderse o desviarse, lo que deja entrever hasta los días de hoy, que su desagüe no es primitivamente origi­nario, sino que se perdió en las inmediacio­nes, enterrando bosques, formando mas de una isla, alijeró su cauce torrentoso. Lo último determina su nombre "Maullín", "el río de las cascadas". Con lo ya expuesto, en los primeros tiempos los colonos transi­taban unos seis kilómetros en dirección del "Desagüe", que actualmente es el nombre del progresista pueblo de Llanquihue. Mas abajo, a dos kilómetros del primer puente de madera sobre el Maullín, en el camino de Pto. Varas a Sta. María, se vadeaba el río; el viajero soltaba su cabalgadura a la que amarraba un bote, deslizándose éste hasta la otra orilla. El lugar se llama Puerto Vie­jo. Trescientos metros en dirección norte del puente, encontramos la llamada "Isla de Turismo", unida a tierra firme por un puentecito de madera. La Municipalidad de Pto. Varas dispuso de este maravilloso lugar pa­ra uso de Camping.
Durante el año 1910 el Gobierno instaló en el lado oriente de esta parte del río un vi­vero de peces, por el sistema de incubación
del piscicultor Pedro Collusda. Consistía ce un canal de tablones por los cuales corría el agua procedente de un estero de la Que­brada, el que conducía a diez depósitos, en los que se encontraban las ovas. Estos se comunicaban con el río por otro canal. Aquí se cultivaban ovas de salmón del Rhin y truchas de los Alpes. Es para mas de un pescador un hecho olvidado hasta en los días de hoy a quien le ha significado una alegre sorpresa, o perjudicial para los libres propie­tarios de la orilla del río. Un moderno sis­tema para una incubación de ovas de peces está nuevamente en  programa.
Quien hoy por hoy atraviesa el nuevo puente de concreto sobre el Maullín, podrá observar una construcción en sus principios, que será una gran instalación para secador de papas, que la firma Invetur bajo la direc­ción de don Alvaro Vildósola ordenó levan­tar. El tubérculo de papa, uno de los im­portantes productos de nuestra agricultura. se industrializará en sus diversas formas, en que encontrarán trabajo unas sesenta per­sonas de Nueva Branau. Gran número de los habitantes de Nueva Braunau han for­mado el Centro Comercial y Poblacional en la parte sur de este lugar, hacia donde se desplazó desde principios del siglo. Se esta­blecieron casas comerciales que hacían bue­nos negocios, según rezan los apuntes de d. Bernardo Gotschlich. El mas importante era el Establecimiento Comercial y Ganadero Chile-Argentina, administrado por don Fe­derico Reimann hasta el año 1911, en el lu­gar donde hoy en día don Otto Klein Dor-ner gira con un negocio de abarrotes. Con anterioridad estuvo allí don Erico Carstens, girando con negocio de surtido. En frente de éste, tenía su tienda don Guillermo Mün-zenmeyer (sucursal) en un gran caserón tinglado y techo en fierro galvanizado, desde el año 1898 hasta 1911. Con posterioridad se hizo cargo de este negocio don Alfredo Berner. El caserón fué desarmado alrededor de 1940. En los últimos años ha estado fun­cionando una carnicería de un señor Toelg.
Conocedores del desarrollo de Nueva Brau­nau, han informado que con la construcción hacia el norte de caminos, puentes, etc., se entronizó una crisis en este lugar, en que la mayoría de ios agricultores llevaban sus productos directamente a Pto. Varas, en don­de también hacían sus compras.
Con la fundación de la Planta Lechera, Nueva Braunau volvió a su empuje para nuevas expectativas. De como se produjo este nuevo acontecer, dejaremos contarlo por boca de nuestro prestigioso vecino don Antonio Felmer: "Yo viajaba en el tren de regreso desde Osorno, cuando me encontré con un señor de nombre Invernizzi, quien venía de un viaje de investigación. Me con­tó que en Crucero había empezado con una Planta Lechera que le iba bien, y tenia el proyecto de instalar una industria de esta índole en un nuevo determinado lugar. Le manifesté a este señor, que no habría otro punto mas adecuado que en Nva. Braunau, en la parte donde se cruzan los caminos de Línea del Sur con Línea Santa María. Lle­gando a mi casa, visité a muchos de mis amigos a quienes les conté esta posibilidad que se abría para nuestra comunidad y lu­gares circunvecinos. La mayoría compren­dieron lo que esto significaría para la pros­peridad de la región, y se manifestaron estar muy de acuerdo de entregar su producción de leche".
Desde entonces empezó a crecer la pobla­ción a pasos agigantados. Al mismo tiempo que se instalaría la nueva Planta Lechera, los trabajadores de la misma construirían su población en la "Alt-Nva.-Braunau". Después de diez años de esfuerzos se hizo presente la Aldea Campesina "Rhode Island", la que durante el gran terremoto de 1960 obtuvo la generosa ayuda del Gobierno Norteameri­cano, siendo reconstruida. Se componía de 24 casas con 49 viviendas, que las alegraba con

espaciosos huertos. Durante 1965 fué bau­tizado y entregado este conjunto excepcional. Como último proyecto para población, fué destinado el terreno del señor Walter Kahl. Durante el año 1968 se recibieron las prime­ras inscripciones de los "sin casa". Su ter­minación en el año del Centenario es una difícil preocupación de las autoridades y fu­turos propietarios.
El primer Retén de Carabineros tuvo su actividad en Nva. Braunau en 1932. Como estaba instalado en el proyectado terreno de la Planta Lechera, ha debido trasladarse donde hoy se encuentra, desde el año 1962.
Con el auge de mayor población, se hizo urgentemente necesario gestionar una Bom­ba contra Incendios propia. El 3 de Junio de 1963 se cumplió este deseo con la funda­ción de su propia Compañía, la que se ane­xaría a la 5a. Cía de Bomberos de Pto. Varas. De presidente fué designado don Enrique Danzinger, quien por su prestigio sería moti­vo de progreso. 1965 pudo empezar la cons­trucción de su Cuartel, dentro del cual se in­cluiría una sala para reuniones. El mismo año se fundaría un Grupo femenino para implan­tar ayuda de primeros auxilios. El 16 de Septiembre de 1974 la nueva Compañía obtuvo una Bomba contra Incendios con un tanque de reserva de 2 000 litros. Durante su ben­dición, el 18 de Septiembre, se organizó un gran acto de festejos ante las autoridades, con desfile y exhibiciones, y finalmente con la bendición de los voluntarios, acto en que reinó mucho entusiasmo para esta noble tarea.
Entretanto, la capilla de Santa Rosa, cons­truida durante 1895, se hizo estrecha, la que había sido construida con material de la iglesia de Línea Nueva, la que también se hizo estrecha debido a su ubicación cerca de Pto. Varas. Se construyó un comité para la nueva construcción, para el cual fué de­signado don Roberto Brintrup. La iglesia de Entre Lagos sirvió como el modelo adecua­do, el cual se adaptaría para construirla en Nva. Braunau, en su parte sur. El plano lo proyectó el constructor don Luis Cárdenas, quien también tendría a su cargo su cons­trucción. Empezó el Io de Febrero de 1944, después que la iglesia antigua fué desarma­da y subastada. Tres años mas tarde esta­ba lista la nueva iglesia, motivo por el cual pudo ser bautizada el 9. de Mayo de 1967. La atención de dicha Parroquia se pudo ob-
tener de parte de los Padres Redentoristas, los que luego después ocuparon la nueva Casa Parroquial. A continuación se organi­zaron instituciones como la Juventud Cató­lica, el Centro de Cultura de la Parroquia, y la Hermandad del "Perpetuo Socorro", para activar y aumentar la Comunidad.
Así como la Antigua Nva. Braunau alcan­zó a ser una histórica y verdadera región, asimismo se desarrolló en lo que es la Nue­va Braunau de hoy en un punto crucial de su progreso cultural y económico. Pero am­bos se encuentran en su propio suelo, que los antiguos colonos escogieron, limpiaron y entregaron a sus hijos, para que ellos con ahinco y en unión sigan construyendo para su propia felicidad, para el progreso de la Zona y bendición de su nueva patria CHILE.